Bajo la piel aterciopelada del melocoón se esconde un gran número de nutrientes rejuvenecedores. No es de extrañar que en China, se considere un elixir para la salud.

Su pulpa anaranjada es rica en betacarotenos, un pigmento que intensifica el bronceado, protege la piel y aumenta el nivel de hidratación de la dermis. Los melocotones también son ricos en antioxidantes naturales, tienen la capacidad de ayudar a estimular el sistema inmune y evitar ciertas enfermedades.

Los melocotones pertenecen a la familia de las rosáceas y son fuentes ricas en vitaminas A, B1, B2 y vitamina C. También es una buena fuente de carotenoides y polifenoles. Según un estudio publicado en 'The Journal of Agricultural and Food Chemistry', los antioxidantes que contiene esta fruta son capaces de inhibir los efectos del colesterol malo o LDL.

FRUTA SACIANTE Y LIGERA

Un melocotón mediano proporciona unas 50 Kcal. Por su aporte en fibra saciante y en vitaminas revitalizantes, constituye un tentempié ideal en las dietas de control de peso.