Tres días después del Día de la Mujer más reivindicativo y global, el del 8-M del 2018, 'Salvados' (La Sexta, 21.25 horas) se centra en un aspecto llevado al extremo de la explotación femenina: la trata de blancas. La mayoría de estas víctimas acaban en un negocio como el del sexo pagado, del que España es el primer país consumidor a nivel europeo.

Jordi Évole entrevista a Amelia Tiganus, víctima de trata y que, tras cinco años teniendo que ejercer la prostitución atrapada en más de 40 prostíbulos españoles, pudo salir de ese círculo y convertirse en activista. La mujer cuenta su historia personal y cómo tras sufrir repetidas violaciones en Rumanía cuando era adolescente, la convencieron para venir a España a ejercer la prostitución.

Proxenetas y clientes

>La mujer explica que ella sí sabía a qué venía: «Me vendieron por 300 euros a un proxeneta español». «Él te va a ayudar a cumplir tu sueño», le dijeron. «Como un trato de lo más normal...», señala. Con ella Évole habla de cómo el sistema favorece la labor del proxeneta: desde la falta de legislación integral contra la trata a la impunidad que sienten los ‘clientes’ que pagan por tener sexo, o el miedo de las víctimas a denunciar, sin olvidar el mirar hacia otro lado de la sociedad

Porque el proxeneta no e el único culpable de que este lucrativo negocio perdure, sino también el cliente. «Cuando me di cuenta de que me estaban estafando, me fui y lo primero que me encontré fue a puteros que venían con su familia a tomarse el pincho y el vermut, y la que sentía vergüenza era yo; ellos incluso me guiñaban el ojo», asegura. «¡Cómo es posible que exista esta esclavitud de mujeres que no existen, que solo están en el imaginario machista!», lamenta. Y añade: “El feminismo me salvó la vida; fue lo único que me dio herramientas para comprender que lo que había hecho no era culpa mía”.

Largo viaje para estudiar

Évole habla también con Ana, otra víctima de trata de mujeres. A ella le ofrecieron venir a ‘estudiar’ a España. Creyendo esta promesa, viajó de Nigeria a España andando. Al llegar descubrió el engaño y fue forzada a ejercer la prostitución para devolver los 40.000 euros que pagaron por ella. Ana pudo escapar de sus proxenetas gracias a APRAMP, asociación que proporciona asistencia integral a las víctimas de trata. Hoy es una de sus mediadoras y ayuda a otras víctimas como ella.

Historias de explotación que en el fondo son historias de machismo salvaje. Alba Alfageme, psicóloga experta en trata de personas, asegura que la actual legislación española es ineficaz para combatir este problema, ya que situación de alegalidad de la prostitución ofrece un paraguas a las redes proxenetas. Para ella la trata de mujeres "es una de las formas más severas de violencia contra las mujeres, una expresión brutal de lo que supone el machismo".