Se nota en Tom Ford el tirón que tiene para él la moda informal que mira a California. El tejano, de 56 años, se ha plantado este martes de nuevo, y ya van diez colecciones, en la pasarela masculina de Nueva York para demostrar que el próximo otoño puede ser brillante y vibrante. Y que no le asustan ni el color rosa ni el estampado de serpiente o de cebra. También ha significado su 'show' la presentación de su nueva línea de ropa interior. Quien no pueda permitirse uno de sus prohibitivos trajes de 5.000 euros sabe que al menos puede llevar con un boxer de la marca.

La colección se ha dividido en tres partes. Una dedicada a los 'looks' para el día, que combinan chaquetas con jerséis de cuello alto, incluso en tonos amarillos o rosa palo. Tras declararse vegano y afirmar que no utilizaría más pieles, Tom Ford ha hecho desfilar a sus modelos con pantalones muy estrechos y con trajes de rayas y tweed. La influencia de la ropa deportiva ha saltado a las zapatillas mocasines y algunas capuchas. También ha mostrado su línea de gafas de gran tamaño en colores como el amarillo.

Calzoncillos de seda con estampado animal

Para las noches, los trajes más subidos de tono, con chaquetas con estampado de piel de serpiente y blazers en tonos azules, negros y plateados. También camisas con cuellos vueltos metalizados.

Y para cerrar el desfile, sobre una pasarela tapizada de morado, los últimos modelos han presentado la primera línea de boxers de la marca. Después del perfume y de las gafas de sol llegan sus calzoncillos de seda con una tira en color negro con el nombre del diseñador, combinados con distintas tonalidades de marrón y estampados de 'animal print' y otros con tejidos satinados. Los modelos han desfilado mientras ha sonado Sting y Lana del Rey.