El virus de Zika se transmite a las personas a través de la picadura de mosquitos infe ctados del género Aedes, y sobre todo de Aedes aegypti en las regiones tropicales. Este mosquito es el mismo que transmite el dengue, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla.

Los primeros brotes de enfermedad se describieron en el Pacífico en 2007 y 2013 (Yap y Polinesia francesa, respectivamente), y las Américas (Brasil y Colombia) y África (Cabo Verde) en 2015. A ello hay que añadir que más de 13 países de las Américas han notificado infecciones esporádicas por el virus, lo cual indica que éste está teniendo una rápida expansión.

Signos y síntomas

El periodo de incubación, el tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de los síntomas, de la enfermedad por el virus no está claro, pero probablemente sea de pocos días. Los síntomas son similares a los de otras infecciones por arbovirus, entre ellas el dengue, y consisten en fiebre, erupciones cutáneas, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, malestar y cefaleas. Suelen durar entre 2 y 7 días. Las personas que viajen a zonas deberían recibir asesoramiento actualizado sobre los riesgos y medidas adecuadas para reducir la posibilidad de exposición a picaduras de mosquitos y, a su regreso, tomar las medidas pertinentes, como protegerse al mantener relaciones sexuales para reducir el riesgo de transmisión. De acuerdo con los datos disponibles no debería haber restricciones generales a los vi ajes ni al comercio con los países, zonas o territorios con transmisión del virus.

Las embarazadas deben comentar sus planes de viaje con los profesionales sanitarios que las atiendan y considerar la posibilidad de retrasar el viaje. Este virus es transmitido por mosquitos, y no por el contacto entre personas, aunque se ha documentado un pequeño número de casos de transmisión sexual.

Posibles complicaciones del virus

Durante brotes de la enfermedad por el virus de Zika en 2013 en la Polinesia Francesa y 2015 en Brasil, las autoridades sanitarias nacionales notificaron potenciales complicaciones neurológicas y autoinmunes de la enfermedad del virus de Zika. Recientemente en Brasil, las autoridades sanitarias locales observaron también un aumento del síndrome de Guillain-Barré coincidiendo con un brote de la enfermedad por el virus de Zika, así como un aumento en los bebés que nacen con microcefalia en el noreste del país.

Los organismos que están investigando los brotes por este virus están encontrando pruebas cada más numerosas de la existencia de una relación entre el virus y la microcefalia, aunque son necesarias más investigaciones para entenderla mejor. También se analizan otras posibles causas.

Diagnóstico

La infección por el virus de Zika puede sospecharse a partir de los síntomas y los antecedentes recientes (por ejemplo, residencia o viaje a una zona donde se sepa que el virus está presente). Sin embargo, su confirmación requiere pruebas de laboratorio para detectar la presencia de RNA del virus en la sangre u otros líquidos corporales, como la orina o la saliva.

Prevención

Los mosquitos y sus lugares de cría suponen un importante factor de riesgo de infe cción por el virus de Zika. La prevención y el control dependen de la reducción del número de mosquitos a través de la reducción de sus fuentes (eliminación y modificación de los lugares de cría) y la disminución de los contactos entre los mosquitos y personas.

Para evitar las picaduras conviene utilizar repelentes de insectos regularmente, ponerse ropa (preferiblemente de colores claros) que cubra al máximo el cuerpo, utilizar barreras físicas (pantallas protectoras, puertas y ventanas cerradas) y si fuera necesario utilizar protección personal adicional, como dormir con mosquiteros durante el día. También es sumamente importante vaciar, limpiar o cubrir regularmente los contenedores que puedan acumular agua, como cubos, barriles, macetas, etc. Se deberían limpiar o eliminar otros posibles criaderos de mosquitos, como macetas, neumáticos usados y canalones. La OMS indica que las comunidades deben apoyar los esfuerzos del gobierno local para reducir la densidad de mosquitos en su localidad.

Hay que prestar especial atención y ayu da a quienes no pueden protegerse adecuadamente por si solos, como los niños, los enfermos o los ancianos.

Durante los brotes, las autoridades sanitarias pueden recomendar la fumigación con insecticidas. Los insecticidas recomendados por el Plan OMS de Evaluación de Plaguicidas también se pueden utilizar como larvicidas para tratar recipientes de agua relativamente grandes. Además, los viajeros deben adoptar las precauciones básicas descritas anteriormente para protegerse de las picaduras de mosquitos.

Tratamiento

La enfermedad por el virus de Zika suele ser relativamente leve y no necesita tratamiento específico. Los pacientes deben estar en reposo, beber líquidos suficientes y tomar analgésicos comunes para el dolor. Si los síntomas empeoran deben consultar al médico. En la actualidad no hay vacunas.