Los tres miembros de la familia Kurdi, entre ellos el niño sirio llamado Aylan, cuya imagen ahogado se ha convertido en un icono del drama de los refugiados, han sido enterrados la tarde del viernes en Kobani, al norte de Siria, después de que sus cuerpos fueran transportados desde Turquía.

Kobane, actualmente bajo el control kurdo, es la ciudad natal de Abdulá, padre de Aylan, y de donde la familia huyó de los constantes ataques entre las milicias kurdas y el Estado Islámico (EI).

Aylan, de tres años, su hermano Galip, de cinco, y su madre, Rehan, se ahogaron tratando de llegar a la isla griega de Kos. Su padre es el único que sobrevivió a la terrible tragedia.

"MI FUTURO SE FUE CON ELLOS"

A primea hora de la tarde del jueves, un convoy de vehículos que llevaba los cuerpos de Aylan, su hermano y su madre entraban en Kobane y fueron recibidos por una gran multitud, sobretodo fotógrafos y curiosos.

Abdulá se ha mostrado desolado tras la pérdida de sus seres queridos y, a pesar de que Canadá le ha ofrecido asilo, ha asegurado a la prensa que pasará el resto de su vida en su ciudad natal.

"Quería ir a Europa para darle un futuro mejorar a mi familia y ahora están muertos. Ya no tengo ningún motivo para dejar esta ciudad", sentenció durante el entierro. "Mi futuro se fue con ellos", añadió.

LÁGRIMAS POR LA TRAGEDIA

Esta mañana pudimos ver a Abdulá, todavía en Turquía, saliendo desconsolado del tanatorio donde estaban los cuerpos de sus hijos y su mujer. Paralelamente, Teema Kurdi, su hermana, rindió homenaje en su casa de Canadá a sus dos sobrinos sin poder contener las lágrimas.

Las imágenes del cuerpo de Aylan en una playa en Turquía provocaron indignación en todo el mundo por la difícil situación de las personas que huyen de la guerra en Siria para Europa.

El pequeño murió ahogado cuando la barca donde viajaban volcó. "Las manos de mis hijos se me escaparon. Les perdí", expresó su padre sobre lo ocurrido.

VIOLENCIA CONSTANTE

Kobane fue asediada por el Estado Islámico por su situación estratégica y el grupo terrorista logró tomarla bajo su control en el mes de enero. Desde entonces los bombardeos se volvieron una constante.

Abdulá ha perdido ya a 16 familiares a causa de guerra civil y las ofensivas contra el Estado Islámico. La violencia y el terror que provoca el EI han supuesto la huída masiva de los habitantes de este.