La abogada de la oenegé Proactiva Open Arms, cuyo barco ha sido inmovilizado cautelarmente en Italia y tres de sus integrantes investigados, cuestiona el procedimiento con el que se interrogó al capitán.

La letrada Rosa Emanuela Lo Faro explica que está preparando la defensa después de que el domingo se ordenara la inmovilización del barco, ya que en las próximas horas la orden tendrá que ser convalidada por un juez de investigaciones preliminares.

Lo Faro ha confirmado que se está investigando al capitán del barco, Marc Reig, a la coordinadora de la misión, Anabel Montes, y a una tercera persona responsable de la oenegé por asociación criminal para fomentar la inmigración ilegal con el agravante de "obtener beneficio de ello", delitos castigados con penas de prisión de cuatro a 12 años por el código penal italiano.

Las acusaciones fueron formuladas por la negativa de los cooperantes españoles a entregar a los inmigrantes que habían rescatado a la Guardia costera libia.

"Declaraciones espontáneas"

La abogada ha dicho que es una "hipótesis de delito gravísima" y ha denunciado el procedimiento con el que se han conseguido las informaciones y la declaración espontánea del capitán porque "no se han realizado según las normas previstas por el procedimiento penal".

La letrada ha explicado que durante la declaración del capitán y los otros acusados a las autoridades "no se les comunicó el delito por el que después se les acusaría" y que dicha declaración "se hizo sin defensor".

Ha agregado que ella mismo llamó telefónicamente para conocer si se trataba de un interrogatorio, pero le aseguraron que eran "declaraciones espontáneas y por tanto no se necesitaba un defensor".

Según Lo Faro, estas declaraciones "tendrían que ser inutilizadas" a pesar de que se hayan incluido en la notificación de la investigación.

El incidente

El barco se encuentra atracado en el puerto siciliano de Pozzallo, donde llegó el sábado para desembarcar a los 216 inmigrantes rescatados frente a las costas de Libia.

La investigación se ha abierto después de lo sucedido este fin de semana, cuando la oenegé denunció que un guardacosta libio se aproximó al barco y amenazó con abrir fuego si no le entregaban a los inmigrantes que acababa de rescatar en alta mar.

El incidente se produjo fuera de aguas territoriales libias, a unas 73 millas (unos 117 kilómetros) de la costa de ese país, ha subrayado el presidente de la organización humanitaria, Óscar Camps.

La Guardia Costera italiana explicó que la misión estaba siendo coordinada por los libios.

Las autoridades marítimas libias acusaron a la organización humanitaria española y a las demás que trabajan en el rescate de personas en Libia de interferir en las operaciones y de violar sus aguas territoriales, pese a que operan más allá de las 25 millas de su jurisdicción.

El barco pidió después permiso para atracar en un puerto italiano, pero no lo recibió hasta el viernes por la noche.