En opinión del alcalde de Londres, Boris Johnson, los extremistas islámicos que van de combatientes puros, son una panda de reprimidos, que abrazan el integrismo porque están sexualmente frustrados y no pueden hacérselo con las chicas. Johnson, una figura atípica del partido conservador británico, ha dado un golpe bajo y donde más duele a los yihadistas, que hay que “desmitificar”.

En una entrevista concedida al diario 'The Sun', Johnson cita un informe de los servicios secretos británicos del MI5, que vela por la seguridad interior en el país. “Si se mira el perfil psicológico de los que ponen bombas, es la gente típica que mira la grabaciones porno. Son literalmente soplapollas. Onanistas profundos. Están torturados. Su incapacidad de tener relaciones normales con las mujeres es un síntoma de que se consideran unos fracasados. Los mujeres los rechazan, no se lo hacen con las chicas y por eso se vuelven hacia otras formas de realización, que por supuesto no lo es, persuadidos de que el mundo entero está contra ellos”.

FAMA DE LIGÓN

Las palabras del alcalde han causado cierta polémica, y van a despertar posibles acusaciones de islamofobia y racismo. Pero el político, con fama de ligón y mujeriego, no cree que deba disculparse. “No hay duda de que tienen una falta de autoestima, se ven como perdedores”, ha declarado más tarde. “Necesitamos hablar de este tipo de cosas claramente y no creo que haya nada remotamente controvertido en lo que he dicho”.