Alemania ya tiene nuevo gobierno. Casi seis meses después de las elecciones, el parlamento federal ha dado este miércoles luz verde al nuevo ejecutivo acordado entre los conservadores (CDU/CSU) y los socialdemócratas (SPD). Con 364 votos a favor, Angela Merkel ha vuelto a ser investida como cancillera, lo que le permitirá inaugurar su cuarto mandato al frente del país y ampliar su mito político al de otras figuras históricas como Konrad Adenauer, quien gobernó durante 14 años, y Helmut Kohl, durante 16.

Tras ser elegida de nuevo como cancillera de Alemania, Merkel se dirigirá directamente al Palacio de Bellevue, donde el presidente Frank-Walter Steinmeier le entregará el certificado que debe firmar. De vuelta al edificio del Reichstag, la líder conservadora deberá jurar el cargo. Los actos protocolarios seguirán en Bellevue, donde al presidente le tocará nombrar a los nuevos ministros del gabinete.

A pesar de ser un día feliz para Merkel, su investidura ha dejado un mensaje de preocupación. Entre los diputados de la CDU/CSU y el SPD sumaban un total de 399 votos. Aunque ayer se reunió con el grupo parlamentario de los socialdemócratas, la canciller ha recibido tan solo nueve votos más de los 355 necesarios para ser confirmada en el cargo, lo que se entiende como un señal de alerta de un SPD dividido que quieren marcar distancia con sus nuevos aliados.