Las fuerzas de seguridad registraron el año pasado en Alemania3.533 ataques a refugiados y albergues de solicitantes de asilo, agresiones en las que resultaron heridas 560 personas, 43 de ellas niños, según datos del Ministerio del Interior alemán difundidos por el grupo de medios Funke. Junto a esas cifras, recogidas en una respuesta al grupo parlamentario de La Izquierda, Interior reseña también 217 ataques a oenegés de ayuda a los refugiados y voluntarios.

De los 3.533 ataques a refugiados, 2.545 tuvieron lugar fuera de los albergues. Mientras, los centros de acogida fueron objeto de 988 ataques.

Endurecimiento legislativo

"¿Debe haber muertos antes de que la violencia de la derecha sea considerada un problema central de seguridad en la agenda de la política de interior?", se preguntó en declaraciones al grupo Funke la portavoz de Interior de La Izquierda en el Parlamento, Ulla Jelpke. La portavoz acusó al Gobierno de dar la impresión de que los refugiados son una amenaza con las sucesivas reformas para endurecer las leyes de asilo y extranjería, y consideró que el riesgo es el contrario: "Los nazis amenazan a los refugiados y con ellos nuestra democracia".

Según el balance anual realizado por el Ministerio del Interior,Alemania recibió en 2016 a 280.000 peticionarios de asilo, lo que supuso un descenso del 68 % con respecto al año anterior, cuando llegaron 890.000 personas buscando refugio en el país. Las cifras decrecieron de forma drástica al cerrarse la denominada ruta de los Balcanes y tras la firma del acuerdo de repatriación de refugiados entre la Unión Europea y Turquía, que tuvo a la cancillera Angela Merkel, entre sus principales promotores.