Alemania mantiene abiertas todas las líneas de investigación sobre el ataque perpetrado la tarde del martes contra el autobús del Borussia Dortmund. A pesar de que la Fiscalía General aseguró ayer que el atentado tiene una "motivación terrorista”, la falta de una conexión clara que vincule al islamista afín al Estado Islámico (EI) detenido hace que las autoridades no descarten aún ninguna hipótesis. "No puede descartarse que la autoría corresponda a aficionados violentos al fútbol”, ha asegurado Ralf Jäger, ministro del Interior del Estado de Renania del Norte-Westfalia.

Esa falta de pruebas que certifique el móvil yihadista del ataque es visto con mucha prudencia por parte de las autoridades alemanas, que ayer ya abrieron la puerta a que se pudiese tratar de una agresión perpetrada por extremistas de izquierda o derecha. En ese sentido, la noche del martes se publicó un comentario anónimo en un portal web en el que se apuntaba que grupos antifascistas estarían detrás del ataque como un “acto simbólico” por la supuesta falta de acción del club renano contra racistas y neonazis. A pesar de que el portal catalogó la información de falsa y que la Fiscalía la considerase “poco creíble” por su posible condición de pista falsa, aún no se ha descartado.

Por su parte, Jäger ha reiterado que el país sigue en riesgo de vivir otro atentado y ha recordado que los autores siguen libres. La detención de un joven iraquí de 26 años acusado de haber sido miembro de Estado Islámico y la búsqueda de otro sospechoso perteneciente al "espectro islamista” hacen que esta sea la opción más probable. Además, según Jäger, la fabricación de las bombas detonadas hace pensar que fueron fabricadas de manera profesional. “El poder de la explosión fue enorme”, ha añadido.

MÉTODO ATÍPICO

Aún así, los expertos en yihadismo se han mostrado escépticos ante el método “atípico” seguido por los terroristas. El hecho de que en las tres cartas encontradas en el lugar de los hechos no se aprecie ningún símbolo de EI y de que el grupo terrorista no haya reivindicado su responsabilidad hace que aún existan “muchas dudas”. La petición de condiciones en la misiva, según ha asegurado el jefe de la oficina de protección del Estado Burkhard Freier, también es confusa. Dos días después de las explosiones, la autoría de este “ataque dirigido” contra el Borussia Dortmund sigue siendo una oscura incógnita.