Al Gabinete de Gobierno alemán le crecen las críticas desde sus propias filas. Los responsables de Interior del Partido de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) han pedido que se prohíba la doble nacionalidad con el fin de evitar que terroristas con pasaporte alemán puedan volver después de combatir como soldados del Estado Islámico. También han pedido que se prohíba el burkay que se acabe con el secreto médico. Otra reclamación es que se aumente la dotación de la policía en la lucha contra el terrorismo.

Asimismo, el vicesecretario del sindicato de la policía, el GdP, Jörg Radek ha criticado recientemente que los policías hayan estado sometidos a un aumento de trabajo que no ha sido compensado. Vigilancia en los aeropuertos y estaciones, en la frontera con Austria durante la crisis de los refugiados así como en manifestaciones y otras protestas. Radek explicaba que son millones de horas extras las que han estado haciendo los agentes alemanes y que ha aumentado el número de bajas por estrés. También se quejaba de un deficiente equipamiento como chalecos antibalas, helicópteros o barcos.

A pesar de que los partidos que forman la coalición de Gobierno aseguran que ya se están tomando medidas, el responsable de Interior del Partido Socialdemócrata en el Parlamento, Thomas Oppermann, criticaba que la prometida amplicación de la plantilla policial aún había de pasar por el control financiero del Gobierno. “Ahí aún tenemos frenos”, aseguraba. El Ministro del Interior visitó el miércoles a la policía de Bremen para hacerse una idea sobre el terreno de la situación y aseguró que “estamos viviendo unos momentos muy difíciles” y que la alarma terrorista es alta.

Entre el catálogo de medidas en la lucha contra el terrorismo se incluye acabar con el secreto médico en caso de sospecha por terrorismo. El SPD se ha mostrado hoy en contra. En palabras de Oppermann: “Si alguien no confía en el médico, no va”. Y con ello hace referencia a la importancia de tratar los problemas psicológicos de los refugiados a fin de evitar su radicalización y, en último efecto, evitar nuevos atentados. También el presidente de la Cámara de médicos Frank Ulrich Montgomery se ha mostrado contrario a la medida.