La India elevó ayer la tensión en su relación con Pakistán con el lanzamiento de varios ataques contra supuestos terroristas en la zona de la Línea de Control (LoC), que sirve de frontera de facto entre los dos países en la disputada región de Cachemira.

Al menos dos soldados paquistanís murieron en esas acciones, realizadas de madrugada en cuatro zonas de la LoC, en la primera respuesta militar al ataque hace 11 días de un grupo de insurgentes supuestamente paquistanís a una base india en Cachemira, que causó la muerte de 18 soldados indios y del que Nueva Delhi responsabilizó a Islamabad.

El director general de Operaciones Militares indio, teniente general Ranbir Singh, indicó que se trató de operaciones «quirúrgicas» en las que «se han producido bajas significativas a los terroristas y a quienes les apoyan». Según Singh, el objetivo era evitar «la infiltración de terroristas» en la región de Jammu y Cachemira (norte), pero no ofreció más detalles sobre la naturaleza «quirúrgica» de la operación, ni el número de ataques ni la cantidad de muertos.

La Oficina de Información del Ejército de Pakistán (ISPR) confirmó la muerte de los soldados. Sin embargo, indicó que el incidente no respondió al concepto de ataque «quirúrgico», sino que se trató solo de un «intercambio de disparos» en la línea. «La noción de ataque quirúrgico vinculado con supuestos terroristas es una ilusión deliberadamente generada por la India para crear falsos efectos» y «publicidad mediática», añadió. «Pakistán ha dejado claro que si hubiera un ataque quirúrgico en suelo paquistaní, sería respondido», agregó.

El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, condenó «firmemente la brutal y no provocada agresión de las fuerzas indias».

Desde la traumática partición del subcontinente indio con la retirada del Imperio Británico en 1947, la India y Pakistán han librado dos guerras y numerosos conflictos por Cachemira. H