La joven estadounidense Amanda Knox se declaró "tremendamente aliviada y agradecida" por el fallo del Tribunal Supremo de Italia que la absolvió a ella y a su exnovio Raffaele Sollecito por el asesinato de la británica Meredith Kercher, su compañera de piso, en el 2007 en Perugia (Italia).

En un comunicado enviado a los medios estadounidenses, Knox explicó que saberse inocente desde el principio le dio "fuerza en los momentos más oscuros de esta dura experiencia", y agradeció el apoyo recibido durante todo este tiempo por familiares, amigos y desconocidos.

"A ellos les digo: gracias desde lo más profundo de mi corazón. Vuestra bondad me ha mantenido en pie. Solo espero poder agradecéroslo en persona a todos y cada uno de vosotros", indicó la joven residente en Seattle (estado de Washington).

El estudio de los recursos en el alto tribunal italiano presentados por los dos condenados comenzó el pasado miércoles y el viernes la abogada de Sollecito, Giulia Buongiorno, expuso su alegato, tras el cual se reunieron los jueces para emitir su veredicto, en el que absolvieron a Knox y Sollecito "por no haber cometido el asesinato".

PASÓ CUATRO AÑOS EN LA CÁRCEL

Los magistrados de la quinta sección penal del tribunal solo condenaron a Knox a 3 años de prisión por calumnias (una pena que ya ha cumplido pues pasó cuatro años en la cárcel tras ser detenida en el 2007) por intentar incriminar sin éxito en los hechos a Patrick Lumumba, el músico congoleño y propietario del bar donde trabajaba la estadounidense.

De acuerdo con la sentencia, el único culpable del crimen de la estudiante británica es el marfileño Rudy Guede, condenado por ser "cómplice de asesinato" en el 2010 a 16 años de cárcel, tras elegir un juicio breve. Guede cumple actualmente la sanción en un penal de Viterbo (Italia).

Knox y Sollecito fueron condenados en enero de 2014 a 28 años y seis meses de prisión y a 25 años, respectivamente, por el tribunal de apelación de Florencia, después de que el Supremo hubiera ordenado repetir un juicio anterior al considerar que en el proceso se habían cometido errores judiciales.

La sentencia puso fin a un caso judicial que se ha alargado siete años y que ha despertado gran expectación mediática internacional, sobre todo en Italia y Estados Unidos.