El presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció ayer que ha iniciado conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir una «línea de apoyo financiero» por la situación generada en el país ante la fuerte depreciación del peso frente al dólar en un difícil contexto global.

«Hace minutos hablé con Christine Lagarde, su directora, y nos confirmó que vamos a arrancar hoy mismo a trabajar en un acuerdo y esto nos va a permitir fortalecer este programa de crecimiento y desarrollo, dándonos un mayor respaldo para enfrentar este nuevo escenario global», dijo el mandatario en un mensaje grabado y difundido mediante los canales oficiales de la Presidencia.

«Y evitar crisis como las que hemos tenido en nuestra historia», añadió Macri, quien no quiso mencionar a cuánto asciende la posible operación.

El peso se depreció ayer martes un 5,38% frente al dólar respecto al cierre de ayer, tras varias jornadas de fuertes caídas de la moneda local -el cambio comenzó 2018 en 18,65 pesos y ayer estaba a 23,40- que no reaccionaron a las medidas del Gobierno para frenarlas y han provocado una fuerte incertidumbre en el país.

Tras recalcar que tiene el «compromiso» de decir siempre «la verdad» y trabajar para que «cada argentino pueda vivir mejor», Macri recalcó su «convicción» de que el país está recorriendo «el único camino posible para salir del estancamiento, buscando siempre evitar una gran crisis económica» que haría «retroceder y dañaría a todos».

«Para esto implementamos una política económica gradualista que busca equilibrar el desastre que nos dejaron en nuestras cuentas públicas -en referencia al Gobierno de Cristina Fernández, que estuvo en el poder del 2007 al 2015- cuidando a los sectores vulnerables y al mismo tiempo creciendo y generando así más empleo y desarrollo», añadió Macri.

El jefe de Estado destacó que «el problema» que tiene Argentina es ser «uno de los países que más depende del financiamiento externo», producto «del enorme gasto público» heredado y que su Ejecutivo está «ordenando». Asimismo, reconoció que durante los dos primeros años de su gestión el país ha contado con un contexto mundial muy favorable que «está cambiando».

«Las condiciones mundiales están cada día más complejas por varios factores: están subiendo las tasas de interés, el petróleo, devaluando monedas de países emergentes, entre otras variables que nosotros no manejamos», sentenció Macri, quien ha decidido echar mano del FMI, cuya titular, Christine Lagarde, hizo el pasado marzo una visita oficial a Buenos Aires.