Después de cuatro meses de ofensiva y 1.600 civiles muertos en bombardeos realizados por el régimen sirio y Rusia, las tropas de Bashar el Asad ha capturado este jueves por la mañana la ciudad de Duma, según han informado las autoridades rusas. Esta ciudad era la última que quedaba bajo control rebelde de Guta, el hasta ahora único bastión rebelde dentro de la provincia de Damasco. La captura de Duma ha sido sin disparar un solo tiro: después del ataque químico de este fin de semana, la milicia opositora que lo controlaba, Jaish al Islam, llegó a un acuerdo con Moscú.

Sus combatientes serían evacuados al norte del país a cambio de entregar Duma a Damasco. Rusia les dio 48 horas y, después de que se acabe el plazo, este jueves por la madrugada, Asad ha entrado. La zona, ha anunciado Moscú, será controlada, por el momento, por la policía militar rusa.

CUARTELES EVACUADOS

Pero la guerra y los problemas para Asad y sus aliados no han terminado. Sus y sus milicias aliadas —la libanesa Hizbulá y las chiíes Fuerzas de Movilización Popular (FMP), financiadas por Irán— han empezado a abandonar sus bases militares esta pasada madrugada ante el más que posible ataque estadounidense en Siria, ha informado el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos.

Este miércoles por la noche, no obstante, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, anunció que la decisión de qué hacer aún no estaba tomada. «El Presidente aún no ha establecido los tiempos. No hemos tomado la decisión final, pero mantenemos muchas opciones sobre la mesa sobre cómo actuar», ha dicho a la prensa. El presidente de los EEUU, Donald Trump, antes de estas declaraciones y fiel a su estilo, publicó unos tweets en los que daba por hecho el ataque; y advertía a Moscú de las consecuencias.

«Preparaos, Rusia. [Los misiles] vendrán, y serán bonitos, nuevos e inteligentes», escribió el multimillonario en sus redes sociales. Preparaciones Los demás actores, durante esta madrugada, también se han estado preparando.

La primera ministra británica, Theresa May, que convocó una reunión de urgencia en las últimas horas, ha ordenado que sus submarinos del Mediterráneo se coloquen en posición de ataque frente la costa de Siria, asegura el periódico inglés ‘The Telegraph’. El comandante general del ejército estadounidense en Oriente Próximo, además, ha cancelado sus actos públicos de este jueves.

Eurocontrol, este miércoles, advirtió a las compañías aéreas de que no volaran encima de Siria y Rusia, que tiene dos bases en el país árabe —una aérea y otra naval—, empezó a hacer maniobras militares con fuego real. Todos signos de que el ataque de Trump parece inminente. Reacción al ataque químico La Casa Blanca reaccionaría así al ataque químico hecho sobre la ciudad de Duma, la última bajo control rebelde de Guta, de este fin de semana pasado.

CONFIRMACIÓN DE LA OMS

La Organización Mundial de la Salud ha confirmado que dicho ataque existió y que, a causa de él, murieron 70 civiles. La administración de Trump responsabiliza a Damasco. Si llega, esta última acción estadounidense no sería la primera que va dirigida contra el régimen de Bashar el Asad. Sería la segunda: Trump, hace justo un año, bombardeó una base aérea siria tras otro ataque químico, esta vez en la región de Idleb, al norte del país. Los Estados Unidos, sin embargo, hace años que están metidos dentro de la guerra de Siria. Tienen destinados, en el noreste del país, unos 2.000 soldados. Pero su objetivo es otro: la prioridad estadounidense en Siria no ha sido nunca ir en contra de Asad sino del Estado Islámico (EI). El grupo yihadista, en la actualidad, está en retirada y escondido en el desierto y Trump, que considera que los EEUU ya han ganado la batalla contra el EI, aseguró la semana pasada que ya era hora de retirarse del país árabe. Una semana después sospesa intervenir en otro frente de la guerra.