Dos aviones israelís bombardearon la madrugada del lunes una base militar en el sur de Siria, utilizada tanto por las fuerzas leales al régimen de Bashar el Asad, la milicia libanesa Hizbulá y las milicias proiraníes, aseguraron ayer por la mañana los ministerios de Defensa de Siria y Rusia, la gran aliada de Damasco.

«Dos aviones F-15 de las Fuerzas Aéreas de Israel, sin entrar en el espacio aéreo sirio, desde territorio libanés, han lanzado ocho cohetes contra el aeródromo de Al Taifur. Las baterías antiaéreas sirias han conseguido interceptar cinco de los misiles», dijo el Kremlin. Siria, en un primer momento, había apuntado a EEUU como responsable del ataque.

Más tarde, sin embargo, rectificó y se sumó a la acusación de Moscú. «Ha sido otra agresión más israelí», enfatizó la agencia estatal de noticias siria, SANA. En el ataque, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), murieron al menos 14 militares sirios y sus aliados. De ellos, según una agencia de noticias de Teherán, cuatro son de nacionalidad iraní. Israel, de momento, no ha hecho ningún comentario al respecto.

EEUU y Francia se desmarcan / EEUU y Francia sí que lo hicieron: ambos se apresuraron a desmarcarse del ataque y aseguraron no saber quién fue el responsable. «Sin embargo, estamos vigilando atentamente la situación y apoyamos la presión diplomática para que los que usan armas químicas en Siria sean responsabilizados de sus actos», dijo el Pentágono. Fuentes oficiales de EEUU, sin embargo, citadas por la NBC aseguraron que Israel les alertó del bombardeo con antelación.

Este domingo, tras un presunto ataque químico contra la ciudad siria de Duma, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que no descartaba una intervención militar contra Bashar el Asad. «El presidente Putin, Rusia e Irán son responsables de respaldar al animal Asad. Pagarán un precio muy alto», dijo.

Hace justo un año, como respuesta a un ataque químico en la región de Idleb que mató a 80 civiles, el presidente estadounidense bombardeó otra base aérea siria. Naciones Unidas atribuyó ese ataque, con gas sarín, al régimen de Damasco.

El Gobierno de Asad ha negado ser el responsable de ese suceso, de otros y del último, ocurrido este sábado. Damasco siempre ha dicho que son las milicias opositoras las que se gasean a ellas mismas para, luego, culpar al régimen. Una versión que desestiman tanto la ONU como todos los gobiernos occidentales.

De confirmarse que Israel es la responsable del bombardeo a una base militar del régimen sirio esta pasada madrugada, no sería la primera vez que el Estado hebreo lanza ataques en Siria. La última fue en febrero: entonces, varios aviones israelís bombardearon la misma base militar atacada este lunes. En esa ocasión, Jerusalén sí reconoció estar detrás de lo ocurrido.

Israel, además, ha intervenido en Siria en otras ocasiones, pero ha tardado años en reconocerlas. En marzo del 2018 admitió ser responsable de un ataque, en el 2007, contra un reactor nuclear sirio.

El Gobierno de Tel Aviv asegura que su política en Siria es limitar la influencia de Irán en la región y bloquear las transferencias de armas a la milicia de Hizbulá. Este grupo armado libanés es uno de los peores enemigos de Israel.

Hasta ahora, los ataques de Israel en suelo sirio habían sido permitidos y tolerados tanto por EEUU como por Rusia. Pero esta vez, Moscú ha protestado airadamente, algo que nunca antes había pasado en el conflicto sirio. En el 2015, ambos países establecieron una línea de comunicación directa para coordinarse en sus operaciones en Siria. Algo, en su comunicación, ayer, parece haber fallado.