Un musulmán yace en la cama con una mujer, en el paraíso, y le pide a Alá que le sirva vino y que llame a la puerta antes de entrar en su habitación. Es la descripción de una caricatura que el escritor jordano Nahed Hattar publicó en su página de Facebook este verano. La caricatura desató numerosas críticas y quejas en las redes sociales. El organismo oficial encargado de emitir edictos religiosos en Jordania la condenó y afirmó que "el dibujo sacrílego del Todopoderoso solo aumentará el odio y sembrará la discordia en el país".

Las autoridades jordanas decidieron arrestar a Hattar, que ya había sido detenido en el pasado y solía generar polémicas con sus publicaciones. Cuando compareció ante el fiscal tras su arresto, el escritor dijo que la viñeta solo reflejaba "el comportamiento de los terroristas”. Esta justificación le sirvió de poco y pasó varios días en la cárcel. La policía detuvo a Hattar, de 55 años y cristiano, en agosto y el 8 de septiembre la justicia ordenó su libertad bajo fianza. Hoy tenía que comparecer de nuevo en el Palacio de Justicia, en Amán, la capital jordana. Pero no ha podido porque, antes de llegar, un hombre no identificado le ha disparado tres tiros en la cabeza, según la agencia jordana Petra. La policía ha arrestado al presunto autor del asesinato.

El escritor era muy conocido en Jordania por su oposición al Gobierno y al acuerdo de paz que su país firmó con Israel en 1994 y por su activismo contra las organizaciones islamistas y el islamismo político extremista.

Hattar, acusado de “insultar los sentimientos y creencias religiosas”, de haber publicado una caricatura "blasfema" y de insultar al islam, fue arrestado varias veces en la década de los 90 y sobrevivió a un intento de asesinato en 1998.

El Gobierno jordano le había prohibido escribir para la prensa jordana y en los últimos años lo hacía para el diario libanés “Al-Akhbar”, que sigue la línea del movimiento chií libanés Hizbulá.

Hattar estaba considerado como simpatizante del presidente sirio, Bashar el Asad, y el régimen de Damasco lo invitó a un encuentro con el mandatario de Siria hace tres años.

El asesinato de Hattar puede estar vinculado, no solo con la caricatura, sino con artículos recientes en los que se burlaba del Estado Islámico (EI). Su muerte ha causado una tempestad en las redes sociales y protestas en localidades jordanas.

Cientos de personas se han manifestado en la localidad jordana de Fuheis, cerca de Amán y de mayoría cristiana, en protesta por el asesinato. Los manifestantes, entre los que había antiguos ministros y políticos musulmanes, han exigido la dimisión del primer ministro jordano, Hani al Mulqui, y del titular de Interior, Salameh Hamad. 
El Gobierno jordano y el Frente de Acción Islámica (FAI), brazo político de los Hermanos Musulmanes, han condenado el asesinato y han advertido del peligro de que se intente explotar la tensión entre cristianos y musulmanes