Tarde gris en Alemania. A las 15:27 horas de ayer todas las alarmas saltaron cuando una furgoneta embistió a una multitud de personas en la ciudad alemana de Münster, al norte de Dortmund, causando dos muertes y hasta 20 heridos, seis de los cuales se encuentran en estado crítico.

Según apuntaron fuentes de seguridad al diario Süddeutsche Zeitung y a las cadenas NDR y WDR, el autor del ataque habría sido Jens R., un hombre de 49 años con problemas psicológicos. La policía confirmó que tras abalanzarse contra los transeúntes el conductor se suicidó de un disparo.

Aunque en un principio se hablaba de tres víctimas mortales, además del conductor, el ministro del Interior del estado de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, confirmó posteriormente que la cifra era dos.

El ataque tuvo lugar en el centro histórico de la ciudad, una concurrida zona donde se concentra la actividad turística. En el primer día soleado de la primavera alemana, los restaurantes se encontraban con las terrazas abiertas y abarrotadas de personas. La furgoneta se ha estampado a gran velocidad contra uno de esos restaurantes, el conocido Grosser Kiepenkerl. Debido a que es una área peatonal con muchos accesos cerrados se han tenido que emplear helicópteros para trasladar a los heridos a hospitales de la ciudad.

SIN MÓVIL YIHADISTA

Ese modus operandi recordó en un principio al utilizado en otras tragedias como el atentado terrorista de Berlín del 19 de diciembre de 2016. Sin embargo, tras las primeras investigaciones Reul confirmó que el autor del ataque en Münster era un ciudadano alemán y descartó toda relación con el terrorismo yihadista. «Actualmente no hay indicios de una motivación islamista», remarcó. «El hecho de que el culpable se disparara a sí mismo es inusual», añadió a la cadena ARD el experto en terrorismo Michael Stempfle.

Hasta el cierre de esta edición, el motivo del ataque seguía siendo poco claro. Diseñador industrial originario de Münster, Jens R. tiene un historial marcado por problemas psicológicos. Aunque las autoridades no tienen indicios de que fuese un extremista, tras conocerse su autoría la policía ha registrado su apartamento en busca de explosivos.

En los instantes posteriores al ataque, la policía de este land alemán desplegó rápidamente un operativo en el centro de la ciudad. Como en otras ocasiones, las autoridades pidieron a los ciudadanos que no acudiesen al lugar de los hechos, que se quedasen en casa por motivos de seguridad para evitar especulaciones.

Los mensajes de solidaridad con las víctimas llegaron de todo el país. La cancillera alemana Angela Merkel emitió un comunicado a través de su portavoz en el que aseguraba estar «profundamente conmocionada» por el ataque en Münster y en el que daba las gracias a la policía y a los cuerpos de seguridad desplegados en la zona para investigar y esclarecer lo ocurrido.

La tragedia sucedía 24 horas después de que el viernes dos personas resultasen heridas en la ciudad de Cottbus, al este de Alemania, después de que un vehículo deportivo las embistiese. El conductor, que primero se dio a la fuga para más adelante entregarse a la policía, superaba los límites de alcoholemia y se le reconoció por haber participado en enfrentamientos violentos y por haber insultado a un agente con consignas ultraderechistas. Las autoridades regionales desconocen si el atropello fue voluntario y si había conexión alguna con el ataque de Münster.