Y después de una madrugada de furia, la capital de Paraguay, Asunción, vivió este sábado una jornada de calma tensa. El comercio popular de la capital funcionó, impávido ante el panorama de destrucción de las calles colindantes al Congreso.

La aprobación del proyecto de enmienda que permite la reelección presidencial despertó la ira de la oposición. Por sorpresa y sin el presidente de la Cámara baja, 25 de los 45 senadores impulsaron en un despacho el cambio constitucional que permitiría que el polémico empresario Horacio Cartes, del Partido Colorado, pueda buscar un segundo mandato en los comicios del 2018.

Vehículos calcinados, el Parlamento invadido y aún humeante, mobiliario urbano destrozado, 211 detenidos y la sede del Partido Liberal tomada por la Policía, donde fue asesinado de ocho disparos el líder juvenil de la formación, Rodrigo Quintana, de 25 años,fueron el tenebroso balance de una noche de gravísimos incidentes.

En la reforma constitucional, Horacio Cartes cuenta, de forma sorprendente, con el apoyo del izquierdista Frente Guasú. Su líder, el exobispo Fernando Lugo, depuesto en el 2012 por un proceso de destitución exprés, podría volverse a presentar, y hoy lidera los sondeos.

Cartes hizo un llamamiento a la calma ante "hechos vandálicos" promovidos por quienes "vienen anunciando violencia y derramamiento de sangre".

INDIGNACIÓN DEL PARTIDO LIBERAL

Sus palabras no rebajaron la indignación del Partido Liberal, abanderado de las protestas. "Entraron disparando en nuestra sede, 'vamos a mataros a todos' decían, los policías fueron directos a buscar a Efraín Alegre (líder de la formación)", explicó a la prensa guaraní un miembro del partido que quiso mantener el anonimato. "Ni Stroessner ordenó que la sede de un partido fuera asaltada por policías", afirmó Alegre, que reiteró que no bajarán la guardia hasta frenar la enmienda.

En dirección contraria, afines a Cartes anunciaron este sábado que seguirán adelante con el cambio constitucional, que ahora debe ser refrendado en el Congreso donde los progubernamentales son mayoría, y achacaron los incidentes a "la prensa y a los políticos opositores".

La fiscalía abrió un proceso de investigación, mientras la Policía Nacional comunicó que había apartado de sus funciones y detenido al agente, que, presuntamente, causó la muerte del líder juvenil del Partido Liberal.