El defenestrado Michael Flynn y otros asesores de la campañapresidencial de Donald Trump mantuvieron al menos 18contactos mediante llamadas y correos electrónicos confuncionarios rusos y otras personas vinculadas al Kremlindurante los siete meses anteriores a las elecciones, según han confirmado a Reuters miembros y exmiembros de la Administración de EEUU.

Estos contactos, no conocidos hasta ahora, están siendo revisados por el FBI y los investigadores del comité del Congreso que indaga sobre la interferencia rusa en la campaña electoral estadounidense y las relaciones de Trump con el Kremlin. el denominado 'Rusiagate'.

Seis de ellos fueron llamadas telefónicas entre el embajador rusoen Washington, Serguéi Kislyak, y asesores de Trump, entre ellos Flynn, su primer asesor de seguridad nacional y primera víctima política de este escándalo. Las conversaciones entre Flynn yKislyak se incrementaron tras la victoria electoral de Trump con el objetivo de establecer un canal de comunicación entre el presidente de EEUU y el ruso, Vladimir Putin, que eludiera la burocracia de la seguridad nacional de EEUU, considerada por ambas partes hostil a la mejora de las relaciones, siempre según las mismas fuentes.

MÁS PRESIÓN

Inicialmente, la Casa Blanca de Trump negó el pasado mes de enero todo contacto con funcionarios rusos durante la campaña. Pero desde entonces se habían confirmado cuatro encuentros entre Kislyak y asesores del presidente. Los funcionarios y exfuncionarios consultados por Reuters dicen no haber observado ninguna irregularidad en las comunicaciones revisadas hasta ahora, pero su divulgación puede aumentar la presión sobre Trump y sus ayudantes para que informen al FBI y al Congreso de la totalidad de estos contactos.

Los 18 contactos se produjeron entre abril y noviembre del 2016, coincidiendo con lo que la inteligencia de EEUU ha considerado una campaña del Kremlin para influir en las elecciones en favor de Trump. Su contenido se centró en la mejora de las relaciones económicas entre EEUU y Rusia, tensadas por las sanciones a Moscú, en la cooperación en la lucha contra el Estado Islámico (EI) en Siria y en las relaciones con China

Además de las llamadas de Kislyak, otro de los contactos fue realizado por Viktor Medvedchuk, oligarca y político ucraniano muy próximo a Putin, que es el padrino de su hija. No está claro con qué miembro de la campaña de Trump se comunicó, pero sí que hablaron de la cooperación bilateral, siempre según las mismas fuentes. Medvedchuk ha negado a Reuters haber mantenido ese contacto.Más allá de Kislyak, Flynn y Medvechuk, las identidades de los demás participantes en las conversaciones no han sido reveladas.

INTERESES ECONÓMICOS

En todas estas conversaciones, los funcionarios rusos mantuvieron un enfoque pragmático e insistieron en la posibilidad de alcanzar acuerdos centrándose en los intereses económicos y dejando a un lado los temas conflictivos. Los contactos en campaña electoral del entorno de los candidatos con funcionarios extranjeros no son inusuales, pero en este caso su número es excepcional. "Es raro tener tantas llamadas, en especial tratándose de un país al que consideramos un adversario o un poder hostil", ha dicho a Reuters el ex subsecretario de Estado republicano Richard Armitage.

Tanto la Casa Blanca como el abogado de Flynn y la embajada rusa en Washington declinaron hacer comentarios al respecto. Un funcionario del Ministerio de Exteriores ruso remitió a Reuters a la Administración de EEUU.

El exdirector del FBI Robert Mueller ha sido nombrado este miércoles fiscal especial para el caso y se hará cargo de la investigación iniciada el pasado julio. Trump y sus asesores han negado repetidamente toda connivencia con Rusia.