No son diferencias doctrinales importantes las que separan a shiís y sunís; ambos comparten su fe en Alá y su reconocimiento de Mahoma como el profeta, y respetan los cinco pilares del islam: profesión de fe, oración, ayuno, limosna y peregrinación.

La corriente suní se parece más en su "pureza" ritual al protestantismo cristiano, mientras que el shiísmo se asemeja más al catolicismo, con su veneración por los santos.

La existencia de un clero cuya autoridad sobre la moral y la sociedad entre los fieles es casi absoluta parangona a los shiís con el catolicismo, mientras que los sunís no tienen una clase sacerdotal, sólo teólogos.