Mucho tendrían que cambiar las cosas en Grecia de aquí al mes de mayo para que la Unión Europea decida no activar el mecanismo que le permite prolongar los controles en las fronteras internas del espacio Schengen, por períodos de seis meses y prorrogables hasta dos años. De momento, la cuenta atrás continúa y el Ejecutivo comunitario ha dado un paso más en el procedimiento con la adopción del informe de recomendaciones en el que constata las “serias deficiencias” que existen en la gestión de las fronteras exteriores en Grecia.

El objetivo del ejercicio es conseguir una “correcta y efectiva” gestión de las fronteras exteriores por medio de un paquete de medidas triple. Para empezar Bruselas urge a Atenas a dotarse de medios suficientes para registrar a los inmigrantes y refugiados que llegan, por medio de personal, escáneres de huellas dactilares, la comprobación de todos los documentos con las bases de datos del Sistema de Información Schengen, de Interpol y de otras autoridades. Además, piden al gobierno de Alexis Tsipras alojamientos suficientes durante el tiempo que dure el proceso, el lanzamiento inmediato de los procedimientos de repatriación de aquellas personas que no cumplan los criterios para beneficiarse del asilo y el control de la frontera con Turquía, incluida la creación de un sistema de análisis de riegos y más formación para los guardias de fronteras.

El Ejecutivo comunitario se guarda en la recámara además la posibilidad de realizar otras exigencias, de pedir el envío de equipos europeos de guardacostas o un nuevo plan estratégico en el que quede detallado cómo piensa desplegar a personal y equipo Grecia para solucionar las deficiencias se hará el despliegue. Una vez que los Estados miembros adopten este paquete de iniciativas -previsiblemente la próxima semana- Grecia tendrá tres meses para cumplir con las recomendaciones. Si persisten las lagunas Bruselas tendrá base para proponer la prolongación de los controles. Es decir, hasta principios de mayo. A tiempo para encontrar una solución que permita a Alemania y Austria prolongar sus controles internos más allá del 13 de mayo si consideran que se enfrentan todavía a un flujo migratorio extraordinario que pone en peligro al país.

"NO LA DEJAREMOS SOLA"

“Hemos tomado nota de que Grecia ha empezado a tomar medidas para remediar la situación” y “no dejaremos sola a Grecia”, ha dicho este martes el comisario de inmigración, Dimitrios Avramopoulos, pero el informe -en base a una visita de noviembre de 2015- constata serias deficiencias que a su juicio todavía no se han resuelto. Según ha explicado ante el pleno del Parlamento Europeo, el inicio del procedimiento no supone ni el fin de Schengen ni la expulsión de ninguno de sus 26 miembros y la Comisión está haciendo todo lo posible para normalizar una situación que sigue siendo excepcional. Dinamarca, uno de los últimos países en instaurar controles internos, ha decidido prolongarlos 20 días más, hasta el 23 de febrero.

Mientras tanto, la situación en el Egeo, admite Avramopoulos, sigue siendo dramática . “En enero de 2016 llegaron 13 veces más de personas que en enero de 2015 y 368 han muerto durante el primer mes del año. Salvar vidas no es algo que se pueda negociar”, ha recordado.