Cody Wilson, el propietario de la compañía estadounidense "Defense Distributed" dedicada a la creación de armas impresas en 3D, ha sido acusado de asalto sexual a una menor que conoció a través de una plataforma de citas en línea y, según las autoridades, su paradero está en Taipei (Taiwán).

La víctima, cuya edad no ha sido precisada, asegura que conoció a Wilson, de 30 años, a través de una web de citas llamada "SugarDaddyMeet.com", con el seudónimo de "Sanjuro" y que a medida que avanzó la conversación él reveló su verdadero nombre y terminaron por intercambiar sus números de teléfono.

La menor aseguró en una declaración jurada al Centro de Protección Infantil, a la que tuvo acceso el diario Austin American-Stateman, que ambos se conocieron personalmente el pasado 15 de agosto en una cafetería de la capital texana.

Más tarde, ese mismo día, las cámaras de vigilancia muestran cómo ambos llegan a un hotel de Austin, donde supuestamente ocurrió la agresión sexual, y que, según la versión de la víctima, él abandonó después de pagarle 500 dólares.

WILSON ESTÁ EN TAIPEI

El agente de policía de Austin Shaun Donovan señaló que la descripción de la menor ha sido corroborada y que Wilson fue el único huésped registrado en la habitación del hotel la noche del asalto.

La policía confirmó más tarde que el paradero del empresario texano, que se define como anarquista y libertario radical, está en Taipei, capital de Taiwán, adonde supuestamente viaja a menudo por negocios derivados de su compañía Defense Distributed (DD).

En su intervención, el agente dijo que Wilson perdió a propósito un vuelo programado de regreso a Estados Unidos y que abandonó el país después de que un amigo de la víctima le advirtiera de la investigación.

Si finalmente es detenido y declarado culpable, la agresión sexual a un menor es un delito grave de segundo grado penado con hasta 20 años de prisión.

En las últimas semanas Wilson, cuya empresa fabricó la primera pistola hecha con una impresora 3D, también fue noticia después de anunciar la venta de los manuales para la fabricación de estas armas, desoyendo un mandato judicial.