La oposición siria decidió formar un equipo para negociar con el régimen de Bashar al Asad y fijó las principales líneas para esas futuras conversaciones, en el acuerdo más amplio adoptado hasta el momento por los disidentes para poner fin al conflicto en Siria.

Al término de una reunión de dos días celebrada en la capital de Arabia Saudí, las principales facciones políticas y militares de la oposición anunciaron que están dispuestas a negociar con representantes del régimen de Damasco, con el que se sentaron por última vez en 2014.

Asimismo, decidieron formar una delegación que represente a la oposición en esas eventuales conversaciones, para las que aún no hay fecha, pero a las que los disidentes quieren llegar unidos y con una postura común.

El equipo negociador tendrá 32 miembros, según el acuerdo alcanzado, e incluye a la principal agrupación opositora en el exterior, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), con nueve delegados, y uno de los grupos más destacados de la oposición interna, el Consejo de Coordinación Nacional (CCN), con cinco.

Asimismo, habrá ocho delegados independientes, entre los que destacan Ahmad Yarba, expresidente de la CNFROS, y Louay Hussein, dirigente de la Corriente Construyendo el Estado Sirio.

Cabe destacar la presencia de representantes, aunque en menor número, de grupos armados rebeldes, entre los que hay facciones de tendencia islámica y el moderado Ejército Libre Sirio (ELS).

Los que formen parte del equipo negociador no podrán participar posteriormente en un gobierno de transición, según lo acordado, y ese ejecutivo tendría que formarlo la oposición con el régimen, según lo establecido en la conferencia de Ginebra, celebrada en junio de 2012 entre las dos partes.

"NO HAY LUGAR PARA ASAD"

Los opositores confirmaron que el documento aprobado en esa ocasión deberá ser la base de cualquier proceso de paz, desarrollado bajo el paraguas de la ONU y del grupo de los Amigos de Siria, en el que están EEUU, el Reino Unido, Francia, Alemania y varios países árabes.

A pesar de que Ginebra 1 fija la creación de un gabinete de transición con la participación de representantes del régimen, la oposición siria ha querido dejar claro en Riad que en el futuro gobierno de Siria "no hay lugar para Al Asad ni mandos militares ni dirigentes" de su régimen.

Las facciones discreparon en las reuniones de ayer sobre el papel que debía tener el mandatario sirio en esa etapa, pero finalmente han exigido su marcha, tal y como ha sostenido desde siempre la gran mayoría de los grupos, excepto la oposición interna tolerada por Damasco.

EXPULSIÓN DE LOS COMBATIENTES EXTRANJEROS

Asimismo, los opositores dejaron muy clara su postura respecto a las injerencias externas, tanto en el actual conflicto como en la transición política, que es "responsabilidad de los sirios con el apoyo de la comunidad internacional, en el respeto de la soberanía nacional y bajo un gobierno legítimo elegido" por el pueblo sirio.

Al mismo tiempo, pidieron la expulsión de Siria de todos los combatientes extranjeros, tanto las milicias como las fuerzas armadas -en referencia a las tropas rusas e iraníes, y milicianos libaneses que luchan en el bando gubernamental; además de yihadistas de múltiples nacionalidades que se han unido a las filas de los rebeldes radicales.

En ese sentido, el acuerdo de Riad estableció que, cuando el conflicto termine, las instituciones elegidas democráticamente serán las únicas que tendrán el derecho a tener armas, mientras se reformarán los aparatos de seguridad y militares de Al Asad.

Algunos de los asistentes pidieron en este foro que sean juzgados aquellos que tengan las manos manchadas de sangre.

Por último, se comprometieron a mantener la unidad territorial del país, con un estado civil y soberano, y con un régimen democrático plural, sin discriminación de religión, sexo o raza, respondiendo de esta forma a los temores de una división de Siria o la pérdida de su carácter laico si Al Asad deja el poder.

LOS SALAFISTAS, ACEPTAN

La conferencia de Riad es la primera reunión que celebran tantas facciones distintas de la oposición siria -más de 100 opositores-, invitadas por Arabia Saudí, que siempre ha apoyado política y económicamente a la oposición, y ha vuelto a exigir la marcha de Al Asad.

El Movimiento de los Libres de Sham, de tendencia salafista y una de las principales facciones que opera sobre el terreno en Siria, anunció su retirada de la conferencia, pero finalmente ha aceptado el acuerdo, con algunas reservas, según reveló a Efe una fuente de la CNFROS que pidió el anonimato.

Con esta postura conjunta, la oposición aspira a convencer a la comunidad internacional, que podría darse cita en Nueva York para buscar una salida negociada al conflicto en Siria el próximo día 18 de diciembre, según la última propuesta de EEUU.