En su pueblo natal de Ouja, al sur de Tikrit, el mausoleo que albergaba la tumba de Sadam Husein es hoy poco más que una amalgama de cemento y alambres y en él no se encuentran los restos del exdictador.

En la madrugada del 30 de diciembre del 2006 fue ahorcado el hombre que gobernó Irak con mano de hierro durante un cuarto de siglo. Su ejecución, celebrada entre los chiíes, fue para los suníes, especialmente para los de su ciudad, situada a 160 kilómetros al norte de Bagdad, una humillación. Poco después, el entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, anunciaba que un helicóptero estadounidense transportaba el cuerpo desde Bagdad a Tikrit.

DICTADOR ADORADO

El jeque Manaf Ali al-Nida, líder de la tribu a la cual pertenecía Hussein, todavía conserva la carta oficial que su familia tuvo que firmar el día de la ejecución. En ella, los familiares del expresidente se comprometieron a enterrarlo esta misma tarde y "sin ninguna demora posible" en Ouja.

Se le dio sepultura en el mausoleo que Husein, al que algunos todavía llaman "el dictador adorado", se hizo construir en vida y que se convirtió en un lugar de peregrinación y recuerdo para sus familiares y seguidores. "Hubieron viajes escolares y poetas que vinieron a recitar sus versos sobre la tumba", ha explicado a la AFP Jafar al-Gharaoui, a cargo de las Fuerzas de Movilización Popular (PMF por sus siglas en inglés), unas unidades paramilitares que se formaron a instancias de la máxima autoridad chií en Iraq para repeler a los yihadistas. Hoy en día, en el lugar solo quedan ruinas, y nadie puede acceder a él sin un permiso especial.

Desde las PMF, a cargo del mausoleo, aseguran que éste fue destruido por las Fuerzas Aéreas Iraquíes, después de una escaramuza con militantes del Estado Islámico, que entraron en Ouja en el 2014 y desde el techo del mausoleo hostigaron con francotiradores a las fuerzas iraquíes que habían acudido a desalojarlos. El jeque al-Nida, sin embargo, no cree esta versión, a pesar de "no saber nada de Ouja, ya que tuvimos que irnos de ahí en contra de nuestra voluntad". "La tumba fue abierta y dinamitada", cree al-Nida.

RUMORES INSÓLITOS

Incluso tras su muerte, Sadam Husein sigue atormentando las mentes de muchos iraquíes. ¿Están sus restos en Ouja? ¿Fue exhumado tras la destrucción del mausoleo? ¿Quién sabe dónde están realmente los restos del hombre del que tanto se habló en todo el mundo? Una infinidad de versiones y rumores, cada cual más inverosímil, circulan al respecto.

La versión oficial de las PMF es que "el cuerpo todavía está allí", sin embargo, según uno de sus militantes, "algunos creen que la hija de Husein, Hala, llegó en un avión privado a Ouja y se llevó el cuerpo de su padre a Jordania", donde vive en el exilio. Los académicos de Tikrit que han estudiado el ascenso y la caída del dictador consideran esto "imposible", y aseguran que Hala jamás regresó a Irak, pero sí que creen que el cuerpo ha sido trasladado a un lugar secreto, aunque nadie sabe por quién ni a dónde.

Todas estas preguntas que acechan en Ouja adquieren otro cariz en las calles de Bagdad, donde más de dos décadas de dictadura han hecho mella. Para algunos, la incógnita del paradero del cuerpo de Husein es mucho más simple: "Sadam no está muerto, el que fue ahorcado era un doble" cree Abu Samer, residente de la capital iraquí.