Una toma de rehenes falsa ha concluido con una detención real. El pasado sábado, a primera hora de la tarde, el centro de París fue escenario de una vasta operación antiterrorista desplegada por la policía tras haber recibido una llamada alertando de un posible atentado en la iglesia de Saint-Leu, en el barrio de Les Halles.

Las autoridades llegaron incluso a enviar un mensaje de alertaadvirtiendo de la situación a través de la aplicación para móviles SAIP (Sistema de Alerta e Información a la Población). En un contexto de elevada amenaza terrorista, no tardó mucho en instalarse un verdadero ambiente de psicosis.

Sin embargo, la llamada que desató el despliegue policial no era más que una broma de mal gusto que les puede costar caro a dos adolescentes de 16 y 17 años, dos ‘hackers’ que se divirtieron con una práctica conocida como ‘swatting’, consistente en denunciar un falso incidente grave para movilizar a la policía y grabarlo todo con una webcam. Uno de ellos, llamado Dylan, de 16 años, ha sido detenido este lunes en la región parisina.

Numerosos miembros de la Brigada de Búsqueda e Intervención, gendarmes, militares, policías y hasta helicópteros se desplazaron el sábado hasta el lugar del supuesto atentado, donde pocos minutos después de llegar comprobaron que se trataba de una falsa amenaza.

HASTA DOS AÑOS DE CÁRCEL

Este tipo de burla -tipificada como delito- está penada con hasta dos años de cárcel y 30.000 euros de multa. Sin embargo, los chavales no parecían estar muy preocupados por las consecuencias de sus actos porque fanfarroneaban en Facebook de su mala fe. “He desplegado helicópteros, al Gobierno, 50 coches de polis”.

Uno de ellos se hizo pasar ante la policía por un tal padre Mathis, de la parroquia de Saint-Leu. Satisfechos por el resultado de la broma, renunciaron a repetir una operación similar al día siguiente en una mezquita.

La Fiscalía de París ha abierto una investigación por denuncia de un delito imaginario y divulgación de falsas informaciones y el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, ha anunciado este lunes que el Estado se presentará como parte civil en el proceso. Mientras, el primer ministro, Manuel Valls, ha advertido de que quienes se dedican a este tipo de bromas y desvían la atención de las fuerzas del orden tienen que ser duramente sancionados.

En los últimos 10 años, los casos de 'swatting' han ido aumentando y a partir del 2008 el FBI comenzó a preocuparse por el fenómeno. Los 'swatters' recurren a menudo a artimañas electrónicas para no dejarse atrapar, llamando desde números de teléfono falsos, modificando sus voces o a través de servidores anónimos. En general sus autores buscan que se hable de ellos y usan las redes sociales para darse publicidad.