El Gobierno de Estados Unidos planeó en el 2010 la creación de un "Twitter cubano" con el objetivo de minar el régimen castrista e impulsar una primavera cubana, similar a las revoluciones vividas en los países árabes. Según documentos a los que ha tenido acceso en exclusiva la agencia The Associated Press, la idea era crear una red de comunicaciones usando empresas pantalla constituidas en secreto y financiada a través de transacciones con bancos extranjeros. España, Irlanda, Nicaragua, Costa Rica y las islas Caimán son los países donde se puso en práctica el proyecto, según AP.

La red social debutó en Cuba en el 2010 con el nombre de ZunZuneo, un servicio gratuito de mensajes por teléfono móvil, dirigido especialmente a menores de 35 años. El proyecto, que dejó de funcionar en el 2012 sin previo aviso, atrajo a unos 40.000 suscriptores, que ignoraban que detrás estaba una agencia estadounidense. La idea de Washington era que la red, con menos restricciones que las impuestas por el Gobierno cubano en internet, se hiciese popular entre los jóvenes y que, poco a poco, estos se vieran empujados hacia la disidencia.

Los usuarios nunca supieron que el proyecto fue creado por la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional, la USAID, ni que los contratistas estadounidenses estaban reuniendo datos personales sobre ellos con la esperanza de que algún día esa información fuera utilizada con propósitos políticos.

Empresa española

Según un esquema elaborado por la agencia AP para explicar el entramado, la USAID y sus contratistas establecieron empresas pantalla en España, cuya misión era contratar a ejecutivos --a los que no se informaba del fondo de la misión-- para administrar el proyecto. "La firma Lleida.net gestionó los mensajes de texto para que no se pudiera relacionar a los mismos con EEUU", apunta la agencia. En Irlanda, se utilizaron "servidores en la nube de Amazon para procesar los mensajes de ZunZuneo". En Costa Rica y Nicaragua se desarrollaron "partes esenciales de la red "y en el paraíso fiscal de las islas Caimán se abrieron "cuentas bancarias para ocultar las transacciones financieras". La agencia AP, que ha tenido acceso a más de mil páginas de entrevistas y documentos, destaca que la USAID y sus contratistas hicieron un esfuerzo importante para ocultar los lazos que el proyecto tenía con Washington.

La agencia de noticias apunta que no está clara la legalidad del proyecto ya que la legislación estadounidense exige la autorización por escrito del presidente y una notificación del Congreso en el caso de cualquier operación secreta. Además, estas revelaciones cuestionan a la USAID, que siempre ha asegurado que no participa en acciones encubiertas, sino que se dedica a misiones de asistencia y cooperación.