Menos de dos semanas después de que Donald Trump rompiera el acuerdo nuclear con Irán, su secretario de Estado, Mike Pompeo, ha amenazado con imponer las «sanciones más duras de la Historia» contra el país si no cambia radicalmente su política exterior y militar. En su primer discurso de envergadura desde que reemplazó a Rex Tillerson, Pompeo ha presentado una larga lista de condiciones para renegociar el pacto nuclear, tan poco realistas que están llamadas a ser ignoradas por el régimen de los ayatolás. El exjefe de la CIA, uno de los halcones más prominentes de la Administración de Trump, ha utilizado un tono que ha recordado a los tiempos del colonialismo más descarnado.

«El régimen no tendrá dudas sobre nuestra seriedad. Este es solo el principio. Será doloroso si el régimen no cambia de curso. Recibirá las sanciones más duras de la Historia. Irán tendrá muchas dificultades para mantener su economía a flote», declaró en un discurso en la Heritage Foundation, el más influyente de los laboratorios de ideas conservadores en Washington.

Inicialmente no le resultará tan fácil torpedear la economía iraní porque tanto Europa como China y Rusia han declarado su intención de mantener el acuerdo nuclear y seguir haciendo negocios con el país asiático.

Pompeo ha impuesto 12 condiciones para renegociar el pacto. Retirada de las fuerzas iranís de Siria; ruptura con Hizbulá y Hamas; cese del envío de armas a los rebeldes houthis en Yemen; liberación de los presos estadounidenses en Irán; o fin de las «amenazas para destruir a Israel», el único país con armas atómicas en la región.

También ha exigido que Teherán haga públicos sus planes para desarrollar armas nucleares y que deje de enriquecer uranio y renuncie a reprocesar plutonio.