'El Niño costero' deja a su paso las marcas del desastre en Perú. Hasta el momento, las lluvias, inundaciones y 'huaicos' (masas de lodo y piedras que destruyen todo a su paso) han provocado 75 muertos, 263 heridos y 20 desaparecidos. El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) ha advertido que todo puede empeorar porque se esperan más tormentas. Por lo pronto, unas 627.000 personas resultaron afectadas por la desgracia climática. Se contabilizan en 100.169 las personas que han perdido sus viviendas y además hay 134.290 casas afectadas.

El mayor impacto se registra en el norte peruano. Barba Blanca, un pueblo ubicado a 140 kilómetros de Lima y conocido por la abundancia de sus chirimoyas y paltas, se ha convertido en un lugar fantasma: solo impera el lodo y la piedra impiadosa. Según la prensa, Barba Blanca está a punto de borrarse del mapa del Perú.

Los daños en infraestructura no son menores. Se ha informado del colapso de 25 escuelas y otras 1.099 han quedado seriamente dañadas. Casi 2.000 kilómetros de carreteras se encuentran destruidas, y 274 puentes, entre vehiculares y peatonales, registran algún tipo de deterioro.

Los factores que han dado lugar al 'Niño Costero' son diversos, según los especialistas. De un lado, incide el agua de mar del norte peruano que se evapora por las elevadas temperaturas y al condensarse en la sierra desencadena fuertes tormentas. Las lluvias también obedecen a la humedad proveniente de la Amazonía. Otro de los causantes del desastre es el debilitamiento del anticiclón del Pacífico Sur que trae los vientos fríos del sur.

REDUCCIÓN DEL PIB

El paso de los 'huaicos' e inundaciones obliga al Gobierno a revisar las proyecciones de crecimiento de la economía. El Fondo Monetario Internacional (FMI) contemplaba un alza del 4,1% en el 2017. Sin embargo, el exviceministro de Economía, Carlos Casas, dijo al diario 'La República' que la magnitud de la destrucción implicará la reducción de un punto porcentual en el Producto Interior Bruto (PIB). “Esto es en el mejor de los escenarios”, agregó.

Casas advirtió a su vez que desastres de este tipo suelen tener un impacto prolongado en el tiempo y podrían comprometer las metas económicas del 2018, como ya ocurrió con los fenómenos de El Niño a mediados de la década de los 80 y finales de los 90. Otro economista,Félix Jiménez, cree que las estimaciones del FMI, que en su momento eran las más optimistas, habría que reducirlas a la mitad. “El crecimiento tiene fuertes posibilidades de estar más cerca al 2%”, asevera.

El Gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski anunció un plan de impulso fiscal, una parte del cual se asignaría a afrontar la emergencia en el país.

PRODUCTOS ENCARECIDOS

Las metas inflacionarias de este año (3,3%) también se ven comprometidas por el desastre. Flavio Ausejo, especialista en Gestión Pública de la Universidad Pacífico, señaló al respecto que la zona de producción agrícola ya se encuentra afectada y esas limitaciones encarecerán los productos que tradicionalmente consume la población.

Como suele suceder en medio de las calamidades, la sociedad muestra su costado luminoso y solidario, pero también lo oscuro. “La emergencia ha sacado lo peor de nosotros. Políticos empecinados en empañar la labor del Gobierno, haciendo ridículos simulacros de apoyo a los damnificados, poniendo su nombre en las mantas como Keiko Fujimori o en un camión cisterna como Héctor Becerril. O acuñando 'hashtags' infames como #DesgobiernoDeLujo o #PPKaos. O privados lucrándose con el agua, los pasajes o los limones. O pidiendo que se privatice Sedapal en plena catástrofe hídrica. Es hora de ayudar y es hora de pensar. Se pueden hacer ambas cosas a la vez”, pidió desde 'La República' el columnista Jorge Bruce.