Los embajadores de los Veintisiete han necesitado cuatro horas y media de discusiones para condenar "el uso de la violencia" por parte de Israel, pero no el ataque israelí a la Flota de la Libertad que llevaba ayuda humanitaria a Gaza.

Las discusiones de los embajadores se han prolongado porque Holanda se resistía aceptar que se pidiera "una investigación imparcial" y porque la República Checa quería que se calificara a la flotilla humanitaria de "provocadora", opción que finalmente se descartó, según han confirmado fuentes diplomáticas.

Además de la "investigación completa e imparcial", la declaración final de la UE insta a Israel a levantar de inmediato y sin condiciones el bloqueo que mantiene en Gaza y reclama que se autorice el acceso consular europeo a la flotilla retenida militarmente por Israel ya que a bordo de los barcos viajan ciudadanos europeos.

ASALTO "INJUSTIFICADO"

La tibia reacción de los Veintisiete ha contrastado con la dureza del Parlamento Europeo. El presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek, ha condenado en términos muy duros "el ataque injustificado" de Israel contra la flotilla humanitaria en aguas internacionales, que calificó de "una clara e inaceptable violación del derecho internaciónal".

Menos dura se ha mostrado la ministra europea de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton. Durante una conferencia de prensa previa en Varsovia ha explicado que había hablado con el ministro israelí de Exteriores, Avigdor Lieberman, para expresarle su "profunda preocupación" por lo ocurrido, pero en ningún caso ha indicado que hubiera "condenado" el ataque, solo "el uso desprorcionado de la fuerza" por parte de Israel.