El Parlamento escocés ha rechazado este martes el proyecto de ley británico sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, un asunto que no bloqueará el 'brexit' pero que puede desembocar en una crisis constitucional.

Los diputados escoceses votaron por 93 votos a favor y 30 encontra una moción que rechazar dar el "consentimiento" al proyecto de ley del Ejecutivo británico que preside Theresa May, que ya ha provocado importantes divisiones en el seno del Parlamento de Westminster en Londres.

Este proyecto de ley es el que debe permitir al Reino Unido seguir funcionando con normalidad una vez haya roto los vínculos con la UE. El texto pone fin a la supremacía del derecho europeo sobre el derecho nacional y organiza la trasposición de las reglamentaciones europeas.

May no tiene necesidad de enmendar el proyecto de ley pese a la oposición de Escocia -una de las cuatro naciones constitutivas del Reino Unido- pero el choque sitúa a Escocia un poco más cerca de otro referéndum de independencia.