El escritor alemán Ingo Schulze ha comparado a la canciller alemana, Angela Merkel, con el primer ministro ruso Vladimir Putin y declara su extrañeza de que no haya tenido que dimitir al hablar de una "democracia acorde a los mercados".

"Nos indignamos con razón cuando Putin habla de una democracia dirigida. ¿Por qué entonces Angela Merkel no tuvo que dimitir cuando habló de una democracia conforme a los mercados?", dice Schulze en un ensayo que publica hoy el diario "Süddeutsche Zeitung".

Schulze, autor de novelas como "Nuevas vidas" o Adam y Evelyn", publicadas por Destino en España, considera que a los intelectuales europeos les ha llegado el momento de "abrir la boca" ante el manejo que se le está dando a la crisis y ante los lugares comunes que circulan en muchos medios como si fueran verdades absolutas.

"Todo es evidente: la abolición de la democracia, la creciente polarización económica entre ricos y pobres, la ruina del Estado de bienestar y la privatización de todos los ámbitos de la existencia", dice Schulze en su ensayo.

Hablar de un "ataque a la democracia" le parece incluso a Schulze un eufemismo puesto que minimiza el problema ya que, dice "una situación en la que a una minoría se le permite enriquecerse a costa del bien es postdemocrática".

El capitalismo, según Schulze, es un sistema que no necesita una democracia sino situaciones estables. Las estructuras democráticas suelen funcionar como un freno y así son percibidas como, dice Schulze, lo muestran las reacciones que hubo al intento de convocar en Grecia un referendo sobre el programa de ajuste. Todo ello viene, según el escritor, de la hegemonía que lograron algunas ideologías tras el colapso del bloque soviético. La primera fue la ideología de la privatización.

"Todo lo que no se privatizara y siguiera en manos públicas y no estuviera sometido a la necesidad de tener beneficios era visto como inefectivo. Así, surgió una atmósfera que tarde o temprano tenía que llevar a la impotencia de los entes públicos", dice Schulze. Actualmente además, el lenguaje de los políticos está lejos de la realidad lo que, dice Schulze, él ya vivió en los años de la RDA, de donde es oriundo.