Los Estados Unidos han lanzado varios ataques aéreos contra soldados del régimen de Damasco, han anunciado este lunes los EEUU. En los bombardeos han tenido lugar en el este Sirio, en la provincia de Deir Ezzor.

Según los estadounidenses, que aseguran haber matado un centenar de combatientes de Bashar el Asad, el ataque ha llegado como respuesta a una ofensiva: unos 500 soldados del Ejército sirio habrían intentado arrebatarle territorio a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), una milicia kurdo-árabe que recibe el apoyo estadounidense.

«Atacaron con artillería, tanques y otras armas pesadas contra una base militar de las SDF a ocho kilómetros de la frontera establecida entre nosotros —ha dicho un oficial estadounidense—. Nuestras acciones han sido en defensa propia. Una vez ha parado la ofensiva, hemos dejado de bombardear». Según ha dicho el oficial, sólo un soldado sirio de las SDF ha resultado herido durante la supuesta ofensiva de Damasco.

Es la segunda vez, durante los siete años de guerra en Siria, que los EEUU atacan directamente posiciones de Asad. La primera fue hace un año, cuando Trump ordenó el bombardeo de una base aérea de Damasco. Desde esa base, certificó Naciones Unidas, el régimen había atacado con armas químicas a civiles.

CARRERA POR EL RÍO

En octubre del año pasado, en el este de Siria, empezó una carrera que culminaría un mes después. Las SDF, con el apoyo estadounidense, en octubre, capturaron Raqqa, la antigua capital del Estado Islámico. Los yihadistas huyeron a su última ciudad, Deir Ezzor, situada cerca de la frontera con Irak.

Entonces, con el EI en retirada, Asad y las SDF empezaron una pugna para dirimir quién llegaría primero a la ciudad. Damasco avanzaba por la orilla sur del Éufrates; las SDF por el norte. Damasco llegó primero y capturó Deir Ezzor. Y el rio pasó a ser la frontera —pactada— entre estas dos facciones.

El Estado Islámico, por su parte, fue echado de la ciudad y de la región: los pocos combatientes que se han quedado en Siria, ahora, se esconden en zonas desérticas en la frontera con Irak, además de en una pequeña bolsa de territorio en la provincia de Idleb, al norte de Siria y cercada por las fuerzas leales a Asad.