El próximo 7 de mayo el líder del movimiento “En Marcha”,Emmanuel Macron, y la del Frente Nacional, Marine Le Pen, los dos candidatos más votados en la primera vuelta de las elecciones francesas celebradas este pasado domingo, se disputarán la presidencia de Francia. La batalla definitiva que lasinstituciones europeas han decidido librar dejando de lado su habitual neutralidad política tiene un nombre: Emmanuel Macron, para quien piden el voto y del que esperan ocupe el Elíseo los próximo cinco años.

Macron, 39 años, exbanquero y profundamente europeísta, se ha convertido en el gran favorito de Bruselas y la única opción, según sostienen, que encarna y defiende los valores europeosfrente a una Marine Le Pen que busca, según alertan, lo contrario: destruir el proyecto que ha celebrado hace unas semanas sus seis décadas de vida. De hecho, en un gesto totalmente inusual y muestra del alivio con el que se ha recibido el resultado, el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, telefonéo este domingo al centrista francés para felicitarle y expresarle todo su apoyo de cara a la segunda vuelta.

POCAS ALTERNATIVAS

“Juncker lo felicitó porque es el candidato que refleja los valores por los que él hizo campaña. Había pocas alternativas. Se trataba de elegir entre la defensa de lo que encarna Europa y la opción que defiende la destrucción de Europa”, ha justificado el portavoz Margaritis Schinas sobre los motivos por los que el Ejecutivo comunitario ha decidido tomar partido por uno de los dos candidatos. “Juncker ha dedicado 35 años de su vida a defender los valores europeos y la elección para él es simple. Nuestro presidente pensó que sería útil llamar al candidato que defiende la opción de Europa”, ha añadido.

El cierre de filas entorno a Macron, un candidato y político relativamente desconocido hasta hace bien poco, es total. “Es el espíritu y el futuro de nuestra generación”, ha dicho de él la alta representante para la política exterior de la UE, Federica Mogherini. “No es suficiente que gane en la segunda vuelta. Debe ser una victoria buena y amplia”, ha reclamado el comisario de Asuntos Económicos y socialista galo, Pierre Moscovici, que dice del centrista francés que es quien lleva “los colores de todos los demócratas y proeuropeos”.

FUTURO Y PASADO

Su opinión es compartida por la mayoría de los grandes grupos políticos de la Eurocámara que también hacen frente común a favor de Macron y en contra de Le Pen. “La elección ahora está entre el futuro y el pasado, entre el sí y el no a Europa. Todos los demócratas deben estar unidos contra los radicales y los populistas”, ha reclamado el jefe de filas del PPE, el alemán Manfred Weber. “La orgullosa nación francesa no debería estar liderada por una tramposa”, ha atacado.

El jefe de filas de los socialistas, Gianni Pitella, de los Liberales,Guy Verhoftstadt, o los Verdes también han mostrado alivio. “La amenaza de la extrema derecha no ha terminado. Si Macron quiere vencer necesita apostar realmente por la justicia social”, han reclamado los líderes ecologistas Ska Keller y Phillipe Lamberts. Ademas de en Bruselas también se ha vivido con especial alivio el pase a la segunda vuelta de Macron en Berlín. "Es bueno que haya tenido éxito con su proyecto de la UE fuerte", ha dicho el portavoz deAngela Merkel.