Si uno rastrea los laberintos de Internet encontrará que Fidel Castro apareció como extra en dos filmes de Hollywood en 1946,'Festival in Mexico', musical realizado por George Sidney, y 'Easy to Bed', una comedia romántica con Esther Williams y Lucille Ball en la que también colaboró Buster Keaton. No todo lo que aparece en las redes es fiable, así que pondremos en cuarentena estas primerizas apariciones cinematográficas del líder de la revolución cubana a falta de mayor tiempo para revisar las películas y corroborarlo o no. Con todo, tampoco sería descabellado pensar que a Castro le gustaba el cine escapista del Hollywood de los 40. La Revolución vino después, pero un Fidel adolescente -en 1946 tenía 20 años- podía sentirse atraído por el mundo artificial, pese a su posterior lucha anticapitalista, que las producciones hollywoodienses representaban.

Dos décadas después, Jack Palance sería el escogido para interpretar el papel de Castro en 'Che!' (1969), particular recreación del periodo de la Revolución cubana a cargo de Richard Fleischer. Palance fue un buen Fidel, siempre más arisco que Omar Sharif en el cometido de Ernesto 'Che' Guevara. Enrico Lo Verso lo encarnaría también en 'Che Guevara' (2005), filme de Josh Evans sobre los episodios acontecidos en Sierra Maestra, antes de la entrada triunfal en La Habana. El foco de atención recayó de nuevo en la figura del Che, incorporado por Eduardo Noriega. En el territorio de la ficción, Che siempre le ganó la partida a Castro. La aureola romántica cotiza más que el pragmatismo que lució Castro. Uno fue la víctima de la represión y el otro llegó al poder. En el díptico de Steven Soderberg, Che: Guerrila y Che, el argentino (2008), con Benicio Del Toro como Guevara, Castro (interpretado porDemián Bichir) es casi una nota a pie de página.

TIPOLOGIA VARIADA

En todo caso, Castro ha sido representado por una tipología variada: un estadounidense (Palance), un italiano (Lo Verso) y un mexicano (Bichir). Hay algunos más: Christopher Walken y Will Ferrellen sendas parodias televisivas de 'Saturday night live', Juan Luis Galiardo en la extravagante 'I love Miami' (2006) -en la que Fidel se instala en el mismísimo Miami, cuna de anticastristas- y hasta una breve aparición encarnado por John Kobylka en la película crepuscular de superhéroes 'Watchmen' (2009), en la que se habla de reinventar la historia y Vietnam o Cuba habrían sido muy distintas en su relación con Estados Unidos. Tampoco se escapó del humor ácido de Los Simpson, que lo parodiaron en 1998.

Quizá cansado de que lo interpretaran otros, Castro decidió tomar las riendas de su destino cinematográfico. Nada mejor que Oliver Stone, el incordio geopolítico del cine norteamericano, para retratarle a su manera. Primero en 'Comandante' (2005), en la que Stone y Castro conversan sobre la génesis de la Revolución o el embargo estadounidense. Después con 'Looking for Fidel' (2004), sobre el momento especialmente tenso en el que el gobierno castrista reprimió de forma violenta a quienes intentaban pasar a Estados Unidos. Y, finalmente, 'Castro in Winter' (2012), una entrevista realizada después de la operación de colon a la que fue sometido.