El Gobierno japonés trabajó durante un tiempo sobre un escenario en el que se preveía el final de Tokio, tras una serie de explosiones nucleares consecutivas al accidente de la central nuclear de Fukushima, según ha reconocido una comisión independiente de investigación sobre la reacción de las autoridades. El portavoz del Gobierno en el momento del accidente consecutivo tras el tsunami del 11 de marzo del 2011, Yukio Edano, ha declarado a los investigadores haber previsto un escenario en el que los reactores nucleares hubieran podido estallar los unos detrás de los otros. "Si ello llega, Tokio se habría acabado", ha admitido haber pensado.

Las autoridades japonesas diseñaron inmensos planes de evacuación de la capital, a mediados de marzo, cuando el control de la crisis nuclear en curso era aún incierta. La prefectura de Tokio cuenta con 13 millones de habitantes. Si se les añade la población de las tres prefecturas vecinas, que constituyen el gran Tokio, la megalópolis cuenta con 35 millones de habitantes, formando la más importante aglomeración urbana del mundo.

Los detalles de la peor crisis nuclear mundial después del accidente de la central de Chernóbil, en 1986, se incluyen en un vasto informe de 400 páginas elaborado por una comisión de expertos. Según el estudio, la empresa que gestionaba la central nuclear acciodentada, Tokyo Electric Power (Tepco) ha querido, en los peores momentos de la crisis, evacuar las instalaciones donde sus empleados intentaban controlar el desastre.