El ultraderechista austriaco Jörg Haider anunció ayer su dimisión de la presidencia del estado de Carintia, que significaría su retirada total de la política, a causa del mal resultado obtenido por su formación, el Partido Liberal (FP ), que perdió dos tercios de su electorado en las legislativas del pasado domingo en el país.

"Estoy muy afectado por el resultado y veo en él un voto de desconfianza hacia mí", explicó a una radio local. Esta es la quinta vez en lo que va de año que Haider anuncia una dimisión y las reacciones fueron menos de sorpresa que de intriga: "¿Lo cumplirá esta vez?", se preguntaban los austriacos. Cuando este diario le preguntó si se retiraría totalmente de la política, Haider contestó: "No tengo por qué rendirle cuentas a la opinión pública sobre eso".

"Mis necesidades de política están cubiertas. Cuando uno trabaja tanto durante tanto tiempo para construir algo y luego le pasan esta factura, uno tiene que saber qué decisión tomar", declaró el populista de derechas, en referencia al varapalo que recibió en Carintia, donde su partido pasó de ser la primera fuerza política a la tercera, viendo cómo su apoyo bajaba del 38,6% al 24,1%.

El Partido Liberal (FP ) de Carintia cerró filas en torno a su líder y mostró su intención de tratar de convencerle para que se quede, pero Haider ya dijo que será "muy difícil" que lo consigan. Haider explicó que tratará de llegar a un compromiso con su partido en Carintia. Los socialdemócratas de ese estado calificaron el anuncio de dimisión de "propaganda barata" y dijeron que "no hay que tomárselo en serio hasta que la dimisión sea efectiva".

Desde su llegada a la escena política nacional, cada pataleta de Haider va acompañada de una amenaza de dimitir de sus cargos en el partido, pero es la primera vez que expresa su intención de abandonar el Gobierno de Carintia. Este anuncio choca más aún si se recuerda que se ofreció para volver a dirigir los destinos del partido a nivel nacional en caso de derrota electoral.

EL CULPABLE DEL FRACASO Tras la debacle, no faltan voces en el ala moderada de su partido que le culpan del nefasto resultado electoral y piden su retirada definitiva de la política. Haider abandonó la presidencia del Partido Liberal de Austria en el 2000, pero eso no le ha impedido inmiscuirse en la política nacional y participar como orador estrella en la campaña. Como jefe del Gobierno de Carintia, ha mantenido su puesto en la ejecutiva del partido.

El FP confirmó ayer en el cargo a su presidente, Herbert Haupt, que se había puesto a disposición del partido por su responsabilidad en el mal resultado del domingo.