"Ha habido noches que me moría de dolor y no me daban nada, pero veías a la gente que se estaba muriendo y no me quedaba otra que llorar y aguantarme. Entiendo que les atendieran antes a ellos". El donostierra Íñigo Castiñeira ingresó ayer en la unidad de congelados de la MAZ de Zaragoza a las 18.14 horas con nueve dedos completamente congelados tras su intento fallido de ascender el Annapurna. Seis horas antes de que se produjera el terremoto que ha destrozado Nepal acudió al hospital de Katmandú con los primeros síntomas de congelación.

"La embajada le dijo a mi hermana que no era una persona afectada por el seísmo porque acudí al hospital antes del terremoto, ¿pero cómo que no?", recordaba el montañero visiblemente cansado y en la puerta del centro hospitalario después de la experiencia y de un viaje hasta Zaragoza que "ha sido toda una odisea".

Aterrizó ayer en Barcelona pasadas las 14.00 horas donde le esperaba una ambulancia. "Menos mal que he conseguido llegar, aunque haya hecho escala ha sido mejor que irme a la India como me proponían".

Este experimentado montañero ya había estado en anteriores ocasiones en las montañas de Nepal y lo describe como un país caótico y pobre. "Está patas arriba. No paro de pensar en que saquen de los escombros a la gente cuanto antes".

Criticó la desorganización de los primeros días tanto de la embajada como del hospital donde estuvo ingresado. "Al principio hubo muy mala coordinación y fue muy duro, luego se fue estabilizando", explicó.

"Los primeros días no sabían ni que existía, ni que estaba grave. La verdad es que me sentí un poco aislado". Con ansias de ser examinado por un especialista, insistió en el descontrol de los sanitarios de la capital nepalí mientras enseñaba uno de los moratones en su tripa consecuencia de una inyección.

El especialista en congelaciones, Ricardo Arregui, explicó tras un primer análisis que sufre congelaciones graves y que seguramente haya que intervenir. "Vamos a esperar cómo responde al tratamiento durante unos días, pero hay zonas que son irrecuperables".

Ayer también ingresó en un hospital de Madrid el zaragozano Javier Camacho, de 44 años, que sufrió heridas graves mientras ayudaba en las labores de rescate del campamento base del Everest.

Ilocalizados

Mientras, siguen ilocalizados en el valle de Langtang Mixel Pizarro e Isabel Ortiz. "Estamos más tranquilos. Ayer nos llamaron desde Exteriores y nos dijeron que los helicópteros ya estaban en la zona. Esperamos que esto termine pronto", decía la hermana del montañero, Estíbaliz.

Está previsto que hoy llegue a España la expedición de montañeros de Aventura Aragón.