El Consejo de Seguridad de Holanda, que analiza las causas del derribo del avión de Malaysia Airlines presuntamente por rebeldes prorrusos en el este de Ucrania, publicará este martes su informe final sobre las causas del siniestro, ocurrido en 2014 con 298 personas a bordo.

Esta institución ya ha adelantado que su informe no entrará en cuestiones de "culpabilidad" o "responsabilidad" de los hechos, que aspectos de los que se ocupa la investigación penal del accidente, que se desarrolla en paralelo y cuya conclusión se espera para finales de año o principios de 2016.

Sin embargo, el resultado sí desvelará previsiblemente si para el derribo del avión, que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur, se utilizó unmisil Buk, de fabricación rusa.

El pasado 11 de agosto el Consejo de Seguridad de Holanda anunció que los investigadores estudiaban varias partes posiblemente de un sistema de misiles tierra-aire Buk.

ZONAS DE CONFLICTO

El informe se centrará en las causas del accidente, por qué el avión sobrevoló áreas en conflicto, por qué las autoridades holandesas tardaron entre dos y cuatro días en confirmar a los familiares qué víctimas iba a bordo del Boeing y en saber hasta qué punto los pasajeros del MH17 fueron conscientes del siniestro.

En su informe preliminar, publicado el 9 de septiembre de 2014, el Consejo de Seguridad de Holanda determinó que el accidente del vuelo MH17, cuando sobrevolaba la región de Donetsk, en el este de Ucrania, se debió a "causas externas", concretamente al lanzamiento de proyectiles desde el exterior.

Ucrania sostuvo tras el accidente que el Boeing malasio había sido derribado por un misil tierra-aire disparado desde el territorio controlado por los milicianos prorrusos, pero los rebeldes lo han negado.

DESINTEGRADO EN EL AIRE

Las conclusiones preliminares indicaron que "se desintegró en el aire probablemente debido al daño estructural causado por un alto número de objetos de alta energía que penetraron en el aparato desde el exterior".

Rusia pone en duda la imparcialidad de las investigaciones que se están llevando a cabo y ha acusado a las autoridades de Ucrania de ocultar pruebas.

En un primer momento, Moscú respaldó en la ONU una resolución para impulsar un proceso que esclareciese los hechos, pero el pasado julio vetó en el Consejo de Seguridad la creación de un tribunal internacional para investigar y juzgar el caso.