“Vivimos un día histórico”. Han sido las primeras palabras del presidente francés, François Hollande, al inaugurar oficialmente este lunes la conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático ante 150 jefes de Estado y de Gobiernoque tendrán ante sí el reto de buscar un compromiso sobre el futuro del planeta. La cumbre del clima debe aprobar un acuerdo global de reducción de emisiones que sustituya al protocolo de Kioto y entre en vigor en el 2020.

Hollande ha pedido que este compromiso se traduzca en un acuerdo “global, diferenciado y vinculante” y ha puesto tres condiciones para que los 11 días de negociaciones que tienen por delante las delegaciones culminen con éxito. En primer lugar, tendrá que definirse una trayectoria “creíble” para contener elaumento de las temperaturas por debajo de los dos grados centígrados o incluso, si fuera posible, por debajo de 1,5 respecto a los niveles preindustriales. Habrá que prever, en este sentido, un mecanismo de revisión cada cinco años.

En segundo lugar, Hollande ha instado a dar una respuesta solidaria a los estados con más dificultades para adaptarse a las nuevas pautas de reducción de emisiones estableciendo un mecanismo de diferenciación de los esfuerzos de cada país. “No se puede abandonar a ningún territorio frente a los desajustes del cambio climático”, ha dicho.

La tercera condición del presidente francés ha sido que toda la sociedad se ponga en marcha -empresas, ciudadanos y representantes políticos- y se impliquen en la búsqueda del mismo objetivo.

RESPONSABILIDAD DE ESTADOS UNIDOS

A continuación, los jefes de Estados y de Gobierno presentes en París han tomado la palabra uno a uno en breves intervenciones.Barack Obama, por ejemplo, se ha mostrado esperanzado al declarar que si todos los países participantes en la cumbre del clima "deciden actuar ahora, no será demasiado tarde para la próxima generación". También ha asumido que el esfuerzo no debe ser igual para todos: "Estados Unidos, la mayor economía del mundoy el segundo mayor emisor -ha dicho- no solo reconoce su papel en la creación de este problema, sino que acepta su responsabilidad y debe hacer algo al respecto". Finalmente, el presidente estadounidense ha comentado que "la acción global no tiene por qué dañar el crecimiento económico".

Hollande, por su parte, tras enumerar las consecuencias que provoca el récord de temperaturas que sufre el planeta, ha destacado que las migraciones derivadas de los desajustes climáticos genera más refugiados que las guerras. “Lo que está en juego es la paz”, ha advertido.

Asimismo, el presidente francés ha hablado de la “obligación moral” de preservar el planeta y, al mismo tiempo, de la oportunidad económica que supone, a la vista del desarrollo de las energías renovables. “Nuestro mayor desafío es pasar de una mundialización basada en la competición a un modelo basado en la cooperación. Una asociación entre el Norte y el Sur, entre el hombre y la naturaleza. Por eso París es una cita excepcional”, ha resumido el inquilino del Elíseo.

MINUTO DE SILENCIO

Su discurso fue precedido por un minuto de silencio en memoria de las 130 víctimas de los recientes atentados de París y de otras capitales que han vivido el azote del terrorismo. A ello aludió también el mandatario francés en su discurso, para poner de relieve que los principales desafíos del siglo XXI son precisamente la lucha contra el cambio climático y el combate contra el terrorismo, para dejar a las generaciones venideras un planeta libre del terror y sostenible.