Arash Hampay se dirige cada día se dirige a la Plaza Safos de Mitilene, en la capital de Lesbos, donde yace sentado mientras prosigue su huelga de hambre en solidaridad con los solicitantes de asilo detenidos en la isla griega que están en riesgo de deportación. Junto con otros dos demandantes de protección internacional, el pasado 28 de junio dejó de ingerir alimentos mientras estaban encerrados en el campo de Moria, donde las personas llegadas a las islas griegas esperan saber si son aceptados como refugiados o devueltos a Turquía.

Arash y Amir Hampay llegaron a la isla de Lesbos procecedentes de Irán, su país, donde, ambos eran activistas contrarios al régimen. Arash incluso fue una figura prominente entre los movimientos opositores al Gobierno. Como represalia, las autoridades iranís lo arrestaron varias veces y lo confinaron durante seis meses en una cárcel de alta seguridad donde sufrió torturas. "Después de ser liberado me impusieron una nueva sentencia de prisión y tuve que huír del país", explica Arash. "Sin embargo, llegamos a Europa y nos encontramos con una situación aún peor", denuncia.

LA SOMBRA DE LA DEPORTACIÓN

En Grecia, Arash Hampay obtuvo el derecho de asilo, pero el Estado heleno denegó el permiso de acogida a su hermano Amir, que permaneció recluído durante tres meses en la llamada Sección B del campo de Moria. El espacio, dentro de la zona de internamiento oficial, está reservado para todas aquellas personas a las que se ha rechazado por segunda vez su solicitud de protección internacional.

Cuando son retenidos allí, sin libertad de movimiento, incomunicados y rodeados de vallas con alambre de espino, a la mayoría de solicitantes de asilo le espera solo la expulsión de vuelta a Turquía. Según Lorraine Leete, coordinadora y abogada de Lesbos Legal Centre, entidad encargada de denunciar las vulneraciones de derechos humanos contra los refugiados de la isla, "en Lesbos hay ahora unas 70 personas que están privadas de libertad y pendientes de ser deportadas".

Para evitar ese destino, Amir Hampay empezó una huelga de hambre con Khozin Hussein y Bahrooz Arash, dos refugiados de origen kurdo iraquí que estaban encarcelados en el mismo recinto de Moria. Un día más tarde, su hermano Arash se sumó a la protesta en el centro de Lesbos.

Al cabo de tres semanas, la acción emprendida por los refugiados dio sus primeros frutos: Amir Hampay fue liberado por orden judicial. No obstante, Khozin Hussein y Bahrooz Arash siguen encarcelados y sin comer desde hace más de 34 días. Arash Hampay también continúa con la huelga de hambre en la ciudad de Mitilene. "Pese a la liberación de mi hermano, nuestras demandas no han sido satisfechas", declara.

"Khozin y Bahrooz han perdido mucho peso y su situación física es grave, pero no quieren dar marcha atrás: van a seguir hasta el final", añade. “A pesar de las circunstancias, seguiremos luchando contra las injustícias como hacíamos en nuestros países de origen. Allí no nos quedamos callados y aquí tampoco lo haremos", sentencia Arash Hampay en un mensaje que va dirigido a las autoridades griegas y europeas.