Abdeljalil Ait El Kaid, el yihadista que intentó convencer a una joven para que atentara en Cataluña, salió de Siria rumbo a Europa en junio del 2015. Había recibido la orden de atentar en un país europeo. Viajaba con otras tres personas. Desde Siria, el grupo viajó a Turquía, de ahí hasta Serbia. En Belgrado se separaron. Ait El Kaid viajó hasta Polonia, donde fue detenido.

Otro de los que iban en ese grupo era Reda Hame, un francés que, tras ser arrestado, confesó en agosto del 2015 a la policía francesa los planes que un líder del Estado Islámico le había indicado en Siria. «Me preguntó si me interesaría irme al extranjero. Me dijo por ejemplo, imagina un concierto de rock en un país europeo, si te pasamos armas... ¿serías capaz de disparar contra la multitud?», señaló el detenido, que añadió otras instrucciones recibidas: «Solamente me dijo que eligiera un blanco fácil, como un grupo de personas, por ejemplo en un concierto donde hay mucha gente. Me indicó que lo mejor después de cometer el acto era esperar a que intervinieran los servicios de emergencia y morir combatiendo como los rehenes».

Apenas tres meses después, un comando llevó a cabo una acción de ese tipo en París, masacrando a 137 personas, la mayor parte de ellas en el Bataclan, una sala de conciertos donde en el momento del ataque actuaba un grupo de rock.

"Ocurrirá pronto"

En su confesión a la policía, este joven avanzó que el atentado era inevitable, llegando a asegurar que Siria era «una auténtica fábrica» de terroristas. «Todo lo que les puedo decir es que eso ocurrirá muy pronto. Aquello [Siria] era una auténtica fábrica y pretendían realmente atentar en Europa».