A Alí Hasán al Mayid, más conocido como Alí el Químico, le espera la misma suerte que a su primo hermano Sadam Husein: morir en la horca. El Alto Tribunal Penal iraquí le sentenció ayer en Bagdad a la pena capital.

Junto a Alí el Químico serán ejecutados otros dos altos dirigentes de la depuesta dictadura iraquí. Todos han sido hallados culpables de cometer genocidio contra el pueblo kurdo y de crímenes de guerra y contra la humanidad. La defensa ha apelado contra las sentencias.

"Alabado sea Dios", dijo casi sin inmutarse Al Mayid, de 66 años, tras escuchar el veredicto, que fue leído por el magistrado jefe, Mohamed al Oreibi al Jalifa. Según el tribunal, ha quedado demostrado que Alí el Químico "orquestó" la denominada operación Anfal (Botín de Guerra), el bombardeo sistemático con armas químicas de poblaciones kurdas a finales de la década de los 80. Alí el Químico era entonces jefe del Baaz, el partido de la dictadura, en el norte del país, y fue quien dirigió las operaciones militares. Los ataques, cometidos con gas mostaza y gas nervioso, acabaron con la vida de 180.000 personas, la mayoría civiles y entre ellos muchos niños y mujeres, según la acusación. También fueron destruidos más de 2.000 pueblos y aldeas y los campos de cultivo quedaron devastados.

La operación Anfal se desarrolló a lo largo de siete meses entre 1987 y 1988, poco antes de que acabara la larga y cruenta guerra que libraron Irak e Irán, y que se saldó con la muerte de más de un millón de personas. El régimen de Sadam acusó entonces a los kurdos, que aspiraban a independizarse de Irak, de apoyar al régimen de Teherán.

Los otros dos condenados son Sultán Hachim al Tai, entonces ministro de Defensa, y Husein Rachid al Tikriti, antiguo jefe de la Guardia Republicana. El tribunal impuso la pena de cadena perpetua a otros dos procesados, Farhán al Juburi y Sabir al Duri, responsables entonces del espionaje militar. El antiguo gobernador de la norteña provincia de Nínive, Taher al Ani, fue absuelto por falta de pruebas.

El juicio por la operación Anfal arrancó el pasado mes de agosto. Entre los procesados estaba también Sadam Husein, que fue ejecutado en diciembre por el caso Duyail, el asesinato de 148 chiís en 1982.