El Gobierno iraní desafió ayer a la Unión Europea (UE) y anunció que reanudaría las actividades nucleares en una planta que Occidente sospecha que puede contribuir a construir bombas atómicas. El portavoz del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Alí Aghamohamadi, declaró ayer a la prensa: "Irán envió una carta a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y levantará (hoy) los sellos colocados por la ONU ".

La reacción no se hizo esperar. La Casa Blanca recordó que elevará el contencioso al Consejo de Seguridad de la ONU si Teherán incumple con sus compromisos acerca de la suspensión de las actividades de enriquecimiento de uranio. "Si (Irán) no respeta sus compromisos y sus obligaciones, deberemos mirar al Consejo de Seguridad", afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

La AIEA, por su parte, intentó ayer por todos los medios que Teherán no retomara las actividades nucleares suspendidas. "Pido a Irán que continúe con el proceso de negociaciones" con la UE, declaró el director general de la AIEA, Mohamed el Baradei, en un comunicado de prensa. Teherán debe evitar "toda acción susceptible de amenazar el proceso en este estado crítico, justo cuando la UE debe proponer un conjunto de propuestas sobre la seguridad de Irán, sobre cuestiones políticas, económicas y nucleares"

INTENTO DE MEDIACION El Reino Unido, Francia y Alemania han intentado mediar entre EEUU, que acusa a Irán de querer producir armas nucleares, y el régimen iraní, que sostiene que tiene el derecho de desarrollar tecnología nuclear pacífica. Israel, por su parte, cree que Irán será capaz de construir una bomba nuclear en el año 2008. Los tres países tenían previsto plantear un paquete de propuestas económicas, políticas y nucleares que servirían de incentivo para que el régimen de los ayatolás renunciara a las actividades de enriquecimiento de uranio.

La UE no dejó lugar a la duda, y advirtió de que la reanudación de las actividades en la planta de Isfahán constituiría la ruptura del acuerdo alcanzado en París el pasado mes de noviembre. "Esto es un error de cálculo de Teherán", amenazó, a través de su portavoz, el ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer.