Irlanda deberá ratificar en referendo el nuevo tratado de la Unión Europea sobre disciplina presupuestaria. Así lo ha decidido la Fiscalía del Estado, que había sido consultada sobre la modificación.

El primer ministro irlandés, Enda Kenny, ha anunciado en el parlamento la futura convocatoria a las urnas, que tendrá lugar en una fecha aún por determinar. Kenny ha dicho confiar en el respaldo de los irlandeses al tratado. “Espero que lo apoyen con un rotundo sí y poder continuar con la estabilidad económica y la recuperación”, ha señalado.

El resultado podría sin embargo ser impredecible y el hecho de que los ciudadanos tengan la última palabra, aumenta la incertidumbre sobre el futuro de la Unión Europea.

El descontento de los ciudadanos

En el 2008, los irlandeses rechazaron el Tratado de Lisboa en referendo, para aprobarlo finalmente al año siguiente, en una nueva convocatoria.

En estos momentos la República atraviesa la peor crisis económica de su reciente historia, a consecuencia del desplome del sistema bancario y la burbuja inmobiliaria.

La Unión Europea aprobó en diciembre del 2010 un paquete de rescate para Irlanda de 85.000 millones de euros, a cambio de la aplicación de un plan de recortes muy drástico, para reducir el déficit.

Los ciudadanos están sufriendo las consecuencias de los ajustes con el aumento de los impuestos, la bajada de salarios y el incremento del coste de la vida. Todo ello ha fomentando el rencor y el rechazado hacía Bruselas e instituciones como el Fondo Monetario Internacional. El referendo podría ser la oportunidad que los irlandeses esperan para mostrar su descontento.