“Que el león británico vuelva a rugir”. Con ese patriótico mensaje, el ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, concluyó su discurso en la conferencia del Partido Conservador, en el que prometió una vez más un futuro glorioso para el Reino Unido tras la salida de la Unión Europea. “Vamos a tener un gran acuerdo sobre el ‘brexit”, señaló. “Es hora de ser radicales y provechar las oportunidades”, lanzó entre aplausos. “Vamos a ganar el futuro”. Con la energía y el humor bufonesco que le permite afirmar una cosa y la contraria, el actual ministro de Asuntos Exteriores pidió que “deje de tratarse el resultado del referéndum como "una plaga de furúnculos, o una "inexplicable aberración".

Johnson se ha dedicado las últimas semanas a desafiar la autoridad de la primera ministra, Theresa May. Las divisiones en el Gobierno británico son precisamente uno de los obstáculos que impiden avanzar en las negociaciones con Bruselas. Pero ante la audiencia desmoralizada y cansada de luchas internas minimizó esas diferencias. "El Gabinete al completo está unido", declaró sin inmutarse. Tanto él como sus colegas están de acuerdo “letra por letra”, con el reciente discurso de May en Florencia sobre el ‘brexit’. “Podemos ganar el futuro, porque somos el partido que cree en este país y cree en el potencial de los británicos”, proclamó.

Contra los laboristas

Una buena parte del discurso estuvo dirigido contra el Partido Laborista, que avanza peligrosamente en los sondeos. Reprochó a su líder, Jeremy Corbyn, su respaldo al régimen de Venezuela y comparó a John McDonnell, abierto marxista y responsable de Finanzas laborista, con el genocida camboyano Pol Pot. Johnson también apostó porque en el futuro se podrá erradicar el extremismo islámico, “exactamente igual que hemos erradicado la viruela o la polio”.

Los otros dos ministros del triunvirato del ‘brexit’, Liam Fox, a cargo de Comercio Exterior y Davis Davis, al frente de las negociaciones, también hicieron un llamamiento contra el creciente pesimismo del país y las actitudes “negativas” sobre el futuro del Reino Unido. Davis pidió a los ciudadanos que “pongan los ojos en el premio”, que se alcanzará una vez fuera de la Unión Europea.