Los legionarios del puesto avanzado de Muqur, en Afganistán, localizaron el domingo al mediodía un IED (artefacto explosivo improvisado, en sus siglas en inglés) a menos de un kilómetro de la instalación militar española.

Los insurgentes lo habían escondido bajo tierra a 200 metros de las puertas de un colegio que hay situado a pie de la carretera que conduce hasta Qala i Naw. En esta ocasión el artefacto no era de contacto por peso, como los que han explosionado en los últimos años al paso de blindados, sino que se trataba de una mina que debía ser accionada por control remoto al paso de un convoy militar español. Los desactivadores consiguieron neutralizarlo limpiamente, sin necesidad de hacerlo detonar. El IED era de 10 kilos de explosivo casero.

Los servicios de inteligencia del ejército recibieron una información conforme la insurgencia podría haber instalado un explosivo en la ruta de Muqur a Qala i Naw. El grupo de reconocimiento avistó un cable y tierra removida, y dieron por buena la alarma, por lo que decidieron aislar la zona. La imposibilidad de desactivar el artefacto por control remoto con robot, obligó a que un legionario se acercara a la zona, con la primera luz del día, a desenterrar el artefacto.

Cerca de una decena

El hallazgo del artefacto alteró todo los planes de los militares, que tuvieron que aplazar más de 24 horas la salida de un convoy militar que se dirigía a Qala i Naw y en el que viajaban un grupo de informadores españoles, entre ellos dos reporteros de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA. Esta no es la primera mina que localizan los legionarios de la VIII bandera, con sede en Almería, desde que hace cinco meses llegaron al puesto avanzado de Muqur, a unos 25 kilómetros de Qala i Naw, la capital de la provincia de Badguis.

Fuentes no oficiales aseguraron a este diario que en estos cinco meses se han localizado y desactivado cerca de una decena de IED. Más de la mitad eran artefactos trampa, es decir, tenían explosivos, pero no tenían capacidad para detonar, ni por contacto, ni a control remoto, lo que indica que la insurgencia los colocó con el único propósito de alterar los planes de los militares, que es otra manera de hacerse presente y mantener ese pulso particular que tienen contra las tropas extranjeras presentes en Afganistán. En cualquier caso, la localización hizo estallar las alarmas y se aplicaron todos los protocolos de seguridad. La zona fue aislada, y los equipos de desactivares no pudieron empezar a trabajar hasta las cinco de la mañana de hoy, con la luz del día.