El Ejército paquistaní ha confirmado la liberación de una familia estadounidense en manos talibanas desde hace cinco años. Joshua Boyle, su esposa estadounidense Caitlan Coleman y sus tres hijos han sido transferidos a Pakistán desde Afganistán, donde fueron secuestrados por los talibanes en 2012. En breve serán trasladados a Estados Unidos.

"Todos los rehenes han sido recuperados sanos y salvos y serán repatriados a su país de origen", ha detallado en un comunicado la oficina de comunicación militar paquistaní. Los militares han explicado que la inteligencia estadounidense les informó de que los secuestrados habían sido trasladados a territorio paquistaní el 11 de octubre a través de la zona tribal de Khurram, fronteriza con Afganistán.

Boyle y Coleman fueron secuestrados en 2012 en Afganistán, donde habían viajado como parte de un periplo por varias exrepúblicas soviéticas centroasiáticas, entre ellas, Uzbekistán, Kirguizistán y Tayikistán. Los talibanes publicaron en diciembre de 2016 un vídeo de la pareja acompañada por dos de sus hijos nacidos en cautiverio en el que pedían ayuda al presidente de EEUU, Barack Obama, y a su sucesor, Donald Trump.

"MOMENTO POSITIVO"

La liberación de Boyle, Coleman y sus hijos se produce en un momento de tensiones entre Pakistán y EEUU, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmase el 21 de agosto que Islamabad tenía "mucho que perder" si continúa "albergando" a terroristas. Sin embargo, Trump, ya ha celebrado la liberación y ha señalado que es un "momento positivo" entre los dos países.

Islamabad negó las acusaciones y pospuso varios viajes oficiales entre ambos países, entre ellos el del ministro de Exteriores, Khawaja Asif, quien viajó a Washington siete semanas después.

El Parlamento paquistaní aprobó por unanimidad el 30 de agosto una resolución que proponía el cierre de las rutas de abastecimiento hacia Afganistán para las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN.

Tras la liberación de la familia, Trump ha señalado que la cooperación del Gobierno paquistaní "es una señal de que está cumpliendo los deseos de Estados Unidos de que haga más por proporcionar seguridad en la región". "Esperamos ver este tipo de cooperación y trabajo en equipo para ayudar a asegurar la liberación de los rehenes restantes y en nuestras futuras operaciones conjuntas contra el terrorismo", ha insistido Trump.