La expectación, tanto en la comunidad francesa como en la Unión Europea, está a la orden del día ante la segunda vuelta de las elecciones francesas por saber quién es el claro vencedor. Si el candidato centrista, Emmanuel Macron, o, por el contrario, la líder ultraderechista, Marine Le Pen. La espera y el nerviosismo se resolverán al final de la jornada tras celebrarse las votaciones.

La cercanía de Francia con Aragón, las estrechas relaciones por temas de turismo o cuestiones como el tren de Canfranc hacen que los comicios en el país vecino generen inquietud entre los 3.500 residentes que proceden del país galo, según el cónsul francés en la capital aragonesa, Rafael Ledesma.

Para que estos ciudadanos puedan votar en las elecciones presidenciales, también deben «acudir a las urnas de forma presencial o con la cesión de un poder» pero con una única diferencia. «Estas urnas se han instalado en el colegio Molière de Zaragoza y estarán abiertas hasta las 19.00 horas», momento en que comenzará el escrutinio y «se contabilizarán los votos», explicó Ledesma, quien añadió que «en el censo están inscritas alrededor de 1.300 personas».

Ayer, los preparativos para acoger las votaciones de hoy ya estaban prácticamente terminados a primera hora de la tarde. Además de las papeletas y de las urnas, el Molière recibirá a los franceses de Aragón con grandes carteles con la cara de los candidatos.

Siguiendo la misma línea de los resultados de la primera vuelta, según Pierre Olivier Bousquet, presidente de la Unión de Ciudadanos Franceses en el Extranjero (UFE) en Aragón, Cataluña y Baleares, el pensamiento generalizado entre estos ciudadanos es «la clara victoria» de Macron en Aragón. «Por su buena imagen y por la capacidad que demuestra para ser un buen presidente», dijo. Sin embargo, en el debate de los dos candidatos, la ultraderechista «mejoró su imagen con un discurso menos agresivo», consideró Bousquet.

Ledesma confirmó en Aragón que hubo 161 votos para Macron frente a los 28 a Le Pen. Un resultado que dista de la realidad francesa ya que, el segundo puesto más votado fue Jean-Luc Mélenchon, con 119 papeletas.

Lo que es indispensable para Bousquet es «evitar el mandato de una populista como Le Pen», consideró. «No se puede vivir en un mundo con separaciones, necesitamos colaborar entre todos y, en concreto, en Europa», añadió.

Abstenciones

Además, «todavía se está asimilando el cambio que está sufriendo la política francesa cuando los dos candidatos que han llegado hasta aquí pertenecen a un partido emergente y a un partido extremista», puntualizó.

Pero esta resolución no muestra el verdadero pensamiento francés, puesto que «más de la mitad de los ciudadanos que participaron en las elecciones en Aragón depositaron su voto en blanco», ratificó el consul frances en Zaragoza Rafael Ledesma. «Los ciudadanos que se abstienen quieren demostrar que los candidatos que se presentan no reflejan los intereses de este sector de la sociedad», afirmó Bousquet.

Ahora solo queda esperar un poco más para conocer la opinión de la sociedad francesa y, finalmente, descubrir el rumbo político del país galo los próximos cinco años. Eso sí, teniendo en cuenta a los habitantes que viven en el extranjero.