La ultraderechista Marine Le Pen no acudió el miércoles a un interrogatorio policial por los supuestos empleos ficticios que atribuyó como eurodiputada y avisó que sólo responderá a las convocatorias que le haga la justicia después de las presidenciales de abril y mayo y de las legislativas de junio.

La cadena de radio "Franceinfo" ha informado este viernes que la líder del Frente Nacional (FN) francés estaba convocada para las 14.00 horas del pasado miércoles en los locales de la oficina ant-corrupción de la policía judicial de Nanterre, localidad cercana a París.Aunque negarse a una comparecencia policial o judicial puede suponer un delito, Le Pen está blindada por la inmunidad parlamentaria de la que goza como eurodiputada.

La Justicia francesa investiga desde hace dos años si la secretaria personal de Le Pen, Catherine Griset, y el guardaespaldas Thierry Légier, contratados ambos como asistentes parlamentarios suyos en la Eurocámara, efectuaron realmente las funciones para las que fueron remunerados con dinero público.Griset fue imputada esta semana, tras ser interrogada, por supuesta ocultación de abuso de confianza, mientras que a Légier no se le incriminó ningún cargo después de su declaración.

Informe de la oficina antifraude

La oficina antifraude europea (OLAF) estimó en un informe que ninguno de los dos trabajó realmente para ella en su condición de eurodiputada. Légier era en realidad su guardaespaldas y Griset trabajaba para el FN en su sede de Nanterre.

El Parlamento Europeo pide a la eurófoba Le Pen que devuelva la totalidad de las retribuciones recibidas por sus asistentes parlamentarios, casi 330.000 euros. El partido ultraderechista, por su parte, niega las acusaciones y asegura que se trata de una operación política contra Le Pen, que como candidata a las presidenciales francesas encabeza las intenciones de voto en las encuestas para la primera vuelta que tendrá lugar el próximo 23 de abril.